La causa del dolor de muelas es la inflamación de la pulpa del diente. Esto se denomina pulpitis y a menudo se debe a una caries.
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Contents
- 1 ¿Cómo se denomina el dolor de muelas?
- 2 ¿Qué es la pulpitis en una muela?
- 3 ¿Qué es la Pericoronitis?
- 4 ¿Cómo aliviar el dolor de la pulpitis?
- 5 ¿Qué es la pulpitis aguda?
- 6 ¿Cuánto dura el dolor de pericoronaritis?
- 7 ¿Qué es una alveolitis seca?
- 8 ¿Qué provoca pulpitis?
- 9 ¿Qué pasa si no se trata una pulpitis?
¿Cómo se denomina el dolor de muelas?
¿Qué es la pulpitis o dolor de muelas? – Los dolores de muelas son causados por una inflamación de la pulpa en el interior del diente. La pulpa es parte del interior del diente que tiene tejidos y nervios. Un dolor de muela por lo general ocurre luego de una lesión al diente. La forma más común de lesión al diente es por caries dental. Esto es a menudo resultado de una pobre higiene dental.
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¿Qué es la pulpitis en una muela?
La pulpitis es la inflamación dolorosa de la pulpa dental, un tejido con numerosos nervios y vasos sanguíneos situado en la zona más interna de la pieza dental.
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¿Qué es la Pericoronitis?
ESPECIALIDAD ODONTOLOGÍA Póster ganador TITULO Actualización en el tratamiento de la pericoronaritis AUTORES Megino Blasco, L.; León García, F.J.; Benasuly Labuz, Y.; Serrano Carmona, C.; Lobato García, J.A. PALABRAS CLAVES Pericoronaritis, pericoronitis, periodontal disease, patología tercer molar, third molar pathology.
INTRODUCCIÓN La pericoronaritis define un proceso infeccioso que afecta a los tejidos blandos que rodean la corona de un diente parcialmente erupcionado. Se trata de la patología de origen microbiano que con mayor frecuencia afecta a los terceros molares incluidos con una tasa de presentación clínica en posición vertical del 67%, seguido de molares en posición distoangulada con un 14% de afectación.
La edad de aparición oscila entre los veinte y los treinta años, aunque puede presentarse en cualquier otra época no existiendo diferencias de afectación según el sexo. OBJETIVOS El objetivo de este trabajo es realizar una puesta al día sobre el tratamiento de una patología muy frecuente de la cavidad oral.
- MATERIAL Y MÉTODO Se realiza una revisión bibliográfica de la literatura utilizando 2 líneas de búsqueda: la primera realizada a través de los buscadores «google académico» y «PubMed».
- Y una segunda línea basada en la búsqueda directa de libros especializados.
- RESULTADOS La pericoronaritis es una patología polimicrobiana mixta, donde predominan las bacterias anaerobias.
Existen dos factores fundamentales en el proceso infeccioso: el tejido blando que recubre parcialmente la corona del molar y el sistema inmunológico del paciente. Existen tres formas clínicas de esta patología: – Pericoronaritis aguda congestiva o serosa.
- Pericoronaritis aguda supurada.
- Pericoronaritis crónica.
- CONCLUSIONES La mayoría de los autores recomiendan la administración de amoxicilina-ácido clavulánico en dosis de 875/125 mg cada 8 horas durante 7 días.
- Como tratamiento alternativo se recomienda clindamicina en dosis de 300 mg cada 6-8 horas durante 7 días.
Se ha de insistir al paciente en la importancia del cepillado y en el mantenimiento de una higiene oral escrupulosa, junto con el uso tópico de clorhexidina dos veces al día. Actualmente existe controversia en cuanto a la extracción del tercer molar una vez resuelto el proceso de pericoronaritis.
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¿Cómo aliviar el dolor de la pulpitis?
Tratamiento de la pulpitis – En la mayoría de los casos de pulpitis dental suele haber inflamación, que se ocasiona por infecciones bacterianas. Por eso, el dentista tiene que recetar antibióticos para eliminar las bacterias. También analgésicos y antiinflamatorios para aliviar el dolor y la inflamación.
- En los casos de pulpitis reversible, como la pulpa no es atacada directamente, el tratamiento se basa en la eliminación de la,
- Una vez que el diente queda libre de caries se hace un recubrimiento pulpar con materiales que liberan calcio y hacen que se regenere la dentina, que es la que protege a la pulpa.
Por último, se realiza el, buscando devolver la anatomía del diente. Cuando se trata de una pulpitis irreversible o hiperplásica, el tratamiento es un poco más extenso, ya que la pulpa es atacada directamente y está infectada. Primero, se requiere un tratamiento con antibióticos como ya hemos explicado en el primer párrafo.
- Una vez de que el paciente termina ese tratamiento se procede a la extracción de la pulpa dental, lo que se llama endodoncia.
- Después se desinfectan, preparan y obturan -se taponan- los conductos donde estaba la pulpa y para finalizar se procede a realizar el empaste del diente.
- En niños, el tratamiento es más delicado ya que debajo de los dientes de leche está el germen del diente permanente y hay que tener mucho cuidado, porque si se molesta este germen se puede dañar.
En el tratamiento también se realiza la extracción de la pulpa, pero solo la que se encuentra en la cámara dental, que es la parte de la pulpa que se encuentra en la corona del diente, y no se toca la pulpa que se encuentra en los conductos de la raíz, luego se realiza el empaste con resina para finalizar.
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¿Cuántos días dura una pulpitis?
2. ¿Cuántos tipos de pulpitis existen? – La pulpitis reversible- Es una inflamación moderada de la pulpa causada por diferentes estímulos como el agua fría o incluso el aire, por ejemplo. Retirado el estímulo desaparece. La pulpitis reversible desaparece de manera gradual en un periodo de entre 4 y 6 semanas después de que el especialista haya eliminado los factores causantes.
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¿Qué tan grave es la pulpitis?
Pronóstico de la pulpitis – Como tal, no se trata de una enfermedad grave que pueda cursar otras enfermedades, sino que el mayor peligro es tener que extraer la pieza dental ante la imposibilidad de realizar el tratamiento.
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¿Qué es la pulpitis aguda?
¿Qué es la pulpitis? Síntomas y tratamiento La pulpitis es una inflamación que afecta a la pulpa del diente, el tejido blando que contiene las terminaciones nerviosas y los vasos sanguíneos del diente. Se puede identificar como un dolor agudo y localizado que aumenta con el tacto y de no tratarse a tiempo puede agravarse seriamente.
Existen tres tipos de pulpitis, la reversible, que es de carácter leve y si se detecta y trata a tiempo no presentará mayores problemas. Irreversible, cuando su condición es más severa y de no poder tratarse mediante endodoncia. En este caso deberá extraerse el diente y, la pulpitis hiperplásica, también llamada pólipo pulpar, en la cual la pulpa se inflama manchando el diente de rosa.
En su fase inicial la pulpitis puede ser de dos tipos: serosa, cuando el dolor es agudo y no cede ni siquiera bajo la aplicación de frío, o purulenta, Esta última va acompañada de un proceso inflamatorio y secreción de pus. El dolor se intensifica ante la presencia de calor, pero disminuye con el frío.
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¿Cuánto dura el dolor de pericoronaritis?
– Los síntomas de la pericoronitis varían con base en si la afección es aguda o crónica. Los síntomas de la pericoronitis aguda incluyen:
dolor grave cerca de tus dientes traserosinflamación del tejido de la encíadolor al tragarsecreción de pustrismo (síntoma temprano del tétanos que es un espasmo de los músculos de la mandíbula)
La pericoronitis crónica puede incluir los siguientes síntomas:
mal alientosabor desagradable en tu bocadolor leve o sordo que dura uno o dos días
¿Qué es una alveolitis seca?
Alveolitis seca. Actualización de conceptos Daniel Torres Lagares (1), Mª Angeles Serrera Figallo (1), Manuel María Romero Ruíz (2), Pedro Infante Cossío (3), Manuel García Calderón (3), José Luis Gutiérrez Pérez (4) (1) Becario F.P.D.I. (2) Colaborador Clínico de Cirugía Bucal (3) Profesor Asociado de Cirugía Bucal (4) Profesor Titular de Cirugía Bucal.
- Departamento de Estomatología.
- Facultad de Odontología.
- Universidad de Sevilla.
- España Correspondencia: Daniel Torres Lagares.
- C/ Sta Mª Valverde 2º 3ºC 41008 Sevilla Tlfno 00 34 661 336 740 – Fax 00 34 954 481 129 E-mail: [email protected] Recibido: 5-09-2003 Aceptado: 22-02-2004 Torres-Lagares D, Serrera-Figallo MA, Romero-Ruíz MM, Infante-Cossío P, García-Calderón M, Gutiérrez-Pérez JL.
Alveolitis seca. Actualización de conceptos. Med Oral Patol Oral Cir Bucal 2005;10:77-85. © Medicina Oral S.L.C.I.F. B 96689336 – ISSN 1698-4447 RESUMEN La alveolitis seca es una complicación postoperatoria que acontece tras la extracción dental, quedando definida como una inflamación del alveolo.
- En el caso que esta inflamación sobrepase las paredes alveolares, estaríamos ante una osteítis localizada.
- La frecuencia de aparición de la alveolitis se ha referido en un margen muy amplio, desde el 1 % hasta el 70 %.
- Generalmente se acepta que la mayor incidencia de alveolitis acontece tras la extracción de terceros molares retenidos, en los que la aparición de esta complicación se tasa en un 20-30 % de las extracciones, diez veces más que en el resto de extracciones dentales.
En el presente artículo se revisan la forma de aparición clínica, los factores de riesgo relacionados con el cuadro y las teorías etiopatogénicas que intentan explicar su aparición. También se examinan las pautas utilizadas actualmente en su tratamiento.
- Acorde con las teorías patogénicas de la alveolitis seca, para su prevención se han estudiado agentes fibrinolíticos, lavados, antisépticos y antibióticos.
- Analizamos los distintos fármacos utilizados, criticando los resultados obtenidos.
- Como conclusión, y a partir de los datos revisados, pensamos, sin abandonar el territorio de la hipótesis, que es posible defender un modelo patogénico en el que los mecanismos fibrinolíticos bacterianos y del propio organismo colaboren para producir la alveolitis seca.
Palabras clave : Alveolitis seca, osteitis alveolar, complicaciones postextracción, revisión. CONCEPTO La alveolitis seca es una complicación postoperatoria que acontece tras la extracción dental. De afectación local, aparece descrita en los libros clásicos de Cirugía Bucal, quedando definida como una inflamación del alveolo.
- En el caso que esta inflamación sobrepase las paredes alveolares, estaríamos ante una osteítis localizada.
- La primera vez que aparece este término en la literatura es en 1896, utilizado por Crawford (1).
- Han sido muchos los términos utilizados como sinónimos de alveolitis seca, entre ellos se encuentran alveolitis seca dolorosa, alveolalgia, osteomielitis u osteitis fibrinolítica, osteítis alveolar, síndrome osteomielítico postextracción, alveolitis fibrinolítica y osteitis alveolar localizada.
En nuestra opinión, el término más apropiado es el aportado por Birn (2), alveolitis fibrinolítica, pero uno de los menos utilizado (3). A la hora de definir esta patología, también han existido numerosas interpretaciones, llegando a referirse hasta 17 definiciones diferentes de la alveolitis.
La más reciente que hemos hallado define la alveolitis como un dolor postoperatorio en y alrededor del alveolo dentario, el cual se incrementa en severidad en algún momento entre el primer y el tercer día postextracción, acompañado de una desintegración parcial o total del coágulo sanguíneo intraalveolar, acompañado o no de halitosis,(3).
Si bien no existen diferencias pronósticas ni terapéuticas entre ellas, podemos distinguir entre alveolitis que ocurren en pacientes que presentan algún tipo de predisposición a la hipovascularización (desórdenes vasculares o hematológicos, osteonecrosis por radioterapia, osteopetrosis, enfermedad de Paget, etc.) de aquellas en las que esta predisposición no se detecta, denominadas en la literatura revisada alveolitis verdaderas (3,4).
- EPIDEMIOLOGÍA La frecuencia de aparición de la alveolitis se ha referido en un margen muy amplio, desde el 1 % hasta el 70 %(3,5).
- Generalmente se acepta que la mayor incidencia de alveolitis acontece tras la extracción de terceros molares retenidos, en los que la aparición de esta complicación se tasa en un 20-30 % de las extracciones, diez veces más que en el resto de extracciones dentales (3).
La cifra promedio de aparición de la alveolitis en el conjunto de todas las exodoncias es, según distintos autores, del 3-4% (6). Estos márgenes tan amplios en las cifras de aparición de la alveolitis son debido a las diferencias en los criterios diagnósticos, en los métodos de evaluación, en la mezcla de datos procedentes de extracciones simples y de dientes retenidos, así como a la variabilidad en el tratamiento quirúrgico y postquirúrgico.
Debemos desconfiar de aquellos estudios que presenten proporciones de alveolitis menores del 1% (por falta de credibilidad clínica), así como de aquellos estudios que presenten proporciones de alveolitis mayores del 35 % (sugiriendo este último caso variables o factores de riesgo no controlados, un número de pacientes estudiado muy pequeño o bien situaciones extremas o de carencias importantes como en el artículo publicado por Simon y Matee (porcentaje de alveolitis del 48,7 %) (3,7).
Dado que la etiología del cuadro no es conocida, la principal arma terapéutica de la que disponemos es la prevención. Los estudios epidemiológicos han detectado distintos factores de riesgo en el desarrollo de la alveolitis postextracción: la dificultad de la extracción, la inexperiencia del cirujano, el uso de anticonceptivos orales, una inadecuada irrigación intraoperatoria, la edad avanzada, el sexo femenino, el tabaquismo, la inmunosupresión, y el trauma quirúrgico.
Dado que no se conocen las verdaderas causas del cuadro, la forma en que influyen estos factores de riesgo en la aparición del cuadro son, hasta el momento, teorías más o menos acertadas, más o menos corroboradas por dichos estudios epidemiológicos. La dificultad de la extracción y el trauma quirúrgico, por ejemplo, no fue demostrado como un factor de riesgo por Larsen en sus estudios de 1991 y 1992 (8-10).Tal vez el tiempo de intervención quirúrgica no sea un buen indicador de la dificultad de la extracción o más importante aún, del trauma que se produce.
Sin embargo, otro factor, como es la inexperiencia del cirujano, que podría relacionarse con un mayor trauma producido durante la extracción, sí ha sido ampliamente documentado y en ello coinciden la mayoría de los autores (9). Un mayor trauma produciría un retraso en la curación alveolar, y puede dar lugar a trombosis de los vasos subyacentes y a una menor resistencia a la infección por parte del hueso alveolar.
- El uso de contraceptivos orales y el sexo femenino también ha sido relacionado con la aparición con más frecuencia de alveolitis.
- Los estrógenos y otras drogas activarían el sistema fibrinolítico de una forma indirecta (aumentando los factores II, VII, VIII, X y el plasminógeno), contribuyendo a la lisis prematura del coágulo y al desarrollo de la alveolitis seca ( Figura 1 ).
Las dosis de estrógenos endógenos cambiantes durante el ciclo menstrual también influirían en este sentido, disminuyendo la influencia fibrinolítica de los mismos en los días 23 a 28 del ciclo menstrual. En resumen, la alveolitis puede llegar a afectar a las mujeres en relación de 5:1 respecto al sexo masculino, presentando una mayor frecuencia entre las mujeres que toman anticonceptivos orales (3). El tabaquismo, en determinados estudios, ha supuesto un aumento de la frecuencia de alveolitis del 500 % (12% frente a 2,6%). Sin llegar a extremos tan espectaculares, Blum cuantifica que la tasa de alveolitis aumenta un 20% en pacientes que fuman más de un paquete por día, y un 40 % si el paciente fuma en el día de la cirugía o en el postoperatorio inmediato (3).
La incorporación de contaminantes a la herida o el efecto de succión sobre el coágulo en formación han sido los mecanismos por los que el tabaco puede interferir en la cicatrización alveolar. No existen datos científicos que relacionen el calor, el humo o los efectos sistémicos del tabaco con la aparición de alveolitis (3).
Los factores que disminuyen la irrigación del alveolo, como puedan ser el uso de una solución anestésica con vasoconstrictor, o una técnica en la que dicho anestésico se deposite muy cercano al alveolo (técnica de anestesia intraligamentosa), sobre todo si el anestésico está más frío que la temperatura corporal, también se han relacionado con la aparición de alveolitis (10).
- Algunos autores opinan que este aumento en la incidencia de la alveolitis es producido por la diseminación bacteriana dentro del ligamento periodontal debido a estas técnicas anestésicas.
- Tsirlis y cols.
- Discutieron que la técnica anestésica intraligamentosa aumentara el porcentaje de alveolitis seca postextracción (11).
Algunos autores asociaron el menor aporte sanguíneo mandibular, sobre todo en sectores posteriores (cortical gruesa, pequeños espacios medulares, etc.) con un aumento de la presencia de alveolitis seca en dichas localizaciones. Birn demostró que estas impresiones macroscópicas eran erróneas y que el área molar inferior era una región muy vascularizada, más aún que la zona dentaria anteroinferior (3).
La irrigación exagerada o excesiva del alveolo tras la extracción también ha sido propuesta por algunos autores como posible causa de lesión del hueso alveolar, aunque la falta de datos científicos y lo difícil de evaluar de esta variable hace que no nos podamos pronunciar en este aspecto (3). La edad avanzada también ha sido detectada por algunos autores como un factor asociado a tasas mayores de alveolitis, aunque bien es cierto que no siempre ha sido estadísticamente significativo (8,9).En los pacientes con inmunosupresión o diabéticos puede estar dificultada la cicatrización y ser más propensos a desarrollar cuadros de alveolitis (12).
CUADRO CLÍNICO Y DIAGNOSTICO Clínicamente se caracteriza por la existencia de un alveolo desnudo, sin presencia de coágulo sanguíneo, con las paredes óseas expuestas y los bordes gingivales separados. Tras la extracción dentaria, el coágulo sanguíneo se pierde de una forma prematura, primero adoptando una coloración grisácea para posteriormente desaparecer completamente.
Aunque no se evidencia supuración, existe un dolor muy importante, agudo y tormentoso, que aumenta con la succión o la masticación y que persiste durante varios días. No es rara la irradiación del dolor al oído y a la sien homolateral. También se han referido, aunque de forma infrecuente, la aparición de adenopatías.
El cuadro tiene su aparición típica en el segundo o tercer día tras la extracción, y suele durar, ya sea con o sin tratamiento, unos diez o quince días. El paciente nota un ligero malestar inicial, seguida de una leve mejoría y un empeoramiento súbito, en forma de dolor importante que es difícil de controlar incluso con analgésicos potentes.
Es excepcional la aparición de una alveolitis antes del primer día de postoperatorio, pues el coágulo necesita de un tiempo para ser afectado por la plasmina antes de que la desintegración del mismo tenga lugar. Radiológicamente no se observan alteraciones importantes y en fases avanzadas podemos detectar áreas de rarefacción que, desde la cortical alveolar, alcanza el tejido óseo adyacente.
Histológicamente se observa una osteítis circunscrita a la lámina alveolar con tendencia a progresar al tejido óseo vecino. PRONÓSTICO Y TRATAMIENTO Aunque no es la norma, algunos autores no aceptan hablar aún de tratamiento de la alveolitis en tanto no se conozca adecuadamente su etiología.
Dicho tratamiento sólo puede tener por objetivo el control del dolor durante el periodo de curación del cuadro, y ello se logra fundamentalmente mediante medidas paliativas. Aún cuando el cuadro cura tras diez o quince días de evolución, con o sin medicación, se propugna realizar tratamiento sintomático analgésico, acompañado de tratamiento antinflamatorio y antibiótico (este último punto no es aconsejado por todos los autores).
Tras la anestesia de la zona, que permite un momentáneo alivio, debemos retirar cualquier sutura que evite una correcta exposición del sitio de extracción. Se debe irrigar el alveolo con una solución salina a temperatura corporal (o al menos no fría) o con solución anestésica, seguido de un aspirado cuidadoso del material que desborde el alveolo.
- El legrado del alveolo para forzar el sangrado del mismo y la formación de un nuevo coágulo no es aconsejado por algunos autores (13).
- Se deben prescribir analgésicos potentes e informar al paciente sobre su patología.
- Es útil que el paciente pueda irrigarse diariamente con solución salina utilizando una jeringa sin aguja.
Algunos autores aconsejan la colocación de pastas antisépticas intraalveolares medicamentosas (14). Estas pastas medicamentosas, según su principio activo, se pueden clasificar en apósitos antimicrobianos, apósitos calmantes o apósitos con anestésicos locales.
- En un estudio publicado por Garibaldi y cols.
- Se comparan la ventaja del tratamiento con apósitos a base de eugenol, de lidocaína y el enjuague con clorhexidina al 0,12 %, encontrando que el primero de ellos produce una mayor reducción del tiempo de curación (15).
- El uso de estas pastas disminuiría el malestar del paciente durante la recuperación de la alveolitis, aunque generalmente estas afirmaciones están basadas en la experiencias de los autores.
Aunque no existen evidencias claras a favor de la colocación de estas pastas en la literatura, pueden ser de ayuda al resto de normas en el tratamiento de la alveolitis, debido a que aumentan la concentración de fármaco de forma local, disminuyendo sus efectos secundarios y evitando la entrada de restos de comida al alveolo.
El número de complicaciones secundarias a la colocación de apósitos en el tratamiento de una alveolitis seca establecida es desconocido, aunque sí se han descrito algunas complicaciones locales tras la colocación de estos apósitos (neuritis, reacciones de células gigantes a cuerpo extraño) (3, 16, 17).
No obstante, debemos reiterar que no tenemos más tratamiento que el sintomático mientras el organismo se reestablece de la alveolitis, puesto que el tratamiento etiológico no existe en la actualidad. Por ello, la mejor opción de que disponemos es la prevención, motivo por el cual se han hecho importantes esfuerzos en conseguir métodos y protocolos efectivos y eficaces en este aspecto (3).
ETIOPATOGENIA Para entender las distintas estrategias preventivas que se han puesto en marcha es necesario repasar las principales teorías etiopatogénicas que se han propuesto para la alveolitis seca. Éstas son la teoría fibrinolítica de Birn y la teoría bacteriana. En la primera, tras la extracción del diente se pone en marcha un proceso inflamatorio que podría afectar a la formación y retención del coágulo.
Estudios de laboratorio y clínicos han puesto de manifiesto un aumento de la actividad fibrinolítica en la patogenía de la alveolitis ( Figura 2 ) (2). Por efecto de las quinasas liberadas en el proceso de inflamación o bien por una activación directa o indirecta del plasminógeno, se desintegraría la fibrina, afectando a la firmeza del coágulo y facilitando la aparición de un alveolo seco (3,8,9). Para Birn, este sería el factor principal en la generación de la alveolitis. La causa de que en extracciones múltiples la tasa de alveolitis sea menor, pese a un mayor trauma, es la existencia de un mayor lecho quirúrgico que aportaría una gran cantidad de sangre y permitiría la formación de un coágulo adecuado como primer paso de una cicatrización normal (2).
- Los factores activadores del plasminógeno pueden ser directos o indirectos (no fisiológicos).
- También se pueden clasificar en activadores extrínsecos (no presentes en el plasma sanguíneo) o intrínsecos.
- Dentro de los activadores directos intrínsecos se encontrarían el activador dependiente del factor XII y la uroquinasa, mediados por leucocitos.
Los activadores del plasminógeno directos extrínsecos incluyen al activador tisular del plasminógeno y al activador endotelial del plasminógeno. Los activadores indirectos estarían formados en su mayor parte por sustancias como las estreptoquinasas y las estafiloquinasas.
Este último punto podría unificar ambas teorías etiopatogénicas (la segunda de las cuales veremos a continuación), siempre que se reconociera un importante papel de estos activadores indirectos en la génesis de la alveolitis mediante un proceso fibrinolítico, acorde con las reducciones encontradas en la frecuencia de alveolitis al ensayar sustancias antimicrobianas (3).
La existencia de restos radiculares u óseos en el lecho alveolar tras la extracción puede llevar a la aparición de complicaciones, entre ellas la alveolitis seca, aunque algunos autores descartan esta posibilidad en estudios sobre animales (3). La segunda teoría, denominada teoría bacteriana, viene avalada por la existencia de un alto recuento de bacterias pre y postoperatorio alrededor del sitio de extracción en los pacientes que sufrieron osteítis alveolar respecto a los que no la sufrieron (8).
Serían sobre todo gérmenes anaerobios y el dolor alveolar se debería al efecto de las toxinas bacterianas en las terminaciones nerviosas del alveolo. Además la alveolitis seca sería más frecuente en pacientes con peor higiene oral (18), o cuando existiera pericoronaritis previa o enfermedad periodontal concomitante (19).
Esta teoría vendría avalada por el descenso en la aparición de la alveolitis provocada con el uso de agentes antimicrobianos. Entre los microorganismos que han sido relacionados con la alveolitis seca se encuentra el Actinomyces viscous y el Streptococcus mutants, pues se ha demostrado que retrasan la cicatrización alveolar postextracción en un modelo animal.
- Asimismo, se ha observado una actividad fibrinolítica aumentada en el Treponema denticola, un microorganismo periodontopatógeno.
- Además, este cuadro nunca aparece en niños, antes de la colonización de la boca por parte del treponema (3).
- Lo cierto es que no se ha aceptado universalmente una hipótesis etiopatogénica, entre otros aspectos, porque no hay datos concluyentes para rechazar o aceptar alguna de ellas.
Incluso no es descabellado pensar que la alveolitis sea causada por un mecanismo etiopatogénico resultado de la suma de ambas teorías. PROFILAXIS Acorde con las teorías patogénicas de la alveolitis seca, para su prevención se han estudiado agentes antifibrinolíticos, lavados, antisépticos y antibióticos ( Figura 3 ). El uso de agentes antifibrinolíticos van encaminados a evitar la desintegración temprana del coágulo. El uso de ácido tranexámico oral en forma tópica (0,5 mg) no condujo a la reducción de la tasa de alveolitis (23 % en grupo control frente a 22% en grupo experimental), pero este fracaso no se ha detectado con otros antifibrinolíticos como el PEPH (ester propílico del ácido p-hidroxibenzoico: 24 % del grupo control frente a 0% en el grupo experimental), sin embargo, su uso se acompañó de importantes efectos secundarios (12).
- Otros autores han propugnado el uso de lavados con solución salina.
- En estudios en el que se enjuagó con distintas cantidades de solución salina el alveolo tras la extracción (25 ml, 175 ml y 350 ml), se encontró tasas menores de alveolitis a medida que aumentaban la irrigación (10,9%, 5,7 % y 3,2 % de alveolitis en cada grupo, respectivamente) (3).
Otras normas de actuación, como el uso de guantes estériles en vez de guantes limpios pero sin ser estériles no han demostrado utilidad alguna en la prevención de la alveolitis (20). El uso de apósitos calmantes también ha sido aplicado con éxito en la reducción de la alveolitis postextracción a partir de un estudio reciente (21).
- Pese a que el retraso en la cicatrización de la herida y el efecto irritante local del eugenol que suelen contener estos apósitos ha sido ampliamente documentado en la literatura, se han encontrado estudios positivos a este tipo de medicación.
- Un éster biodegradable, ácido poliláctico, que aportaría un soporte adicional al coágulo y evitaría o dificultaría su desintegración, también ha sido ensayado para el control de la alveolitis.
En los primeros estudios se encontraron cifras de alveolitis cercanas al 2% en el grupo experimental frente al 18,1% del grupo control. En estudios posteriores se han encontrado porcentajes de alveolitis más altas (en un estudio en el que el grupo control utilizaba este tipo de soporte tratado con clorhexidina, la tasa de alveolitis fue del 23,6 % en el grupo experimental frente al 13,6% en el grupo control) en el grupo experimental que en el control (3, 22).
Quizás los fármacos que más éxito ha tenido en la prevención de la alveolitis son los antisépticos y los antibióticos. El colutorio de digluconato de clorhexidina al 0,12%, en un estudio realizado por Ragno y Szkutnik (23), produjo una reducción importante de la osteitis alveolar postextracción de terceros molares retenidos (17,5 % en el grupo experimental frente al 36 % en el grupo control).
Estos datos fueron corroborados por Larsen en 1991 y, a su vez, confirmaron los hallados por Berwick y Lessin (8,24), que además informaron de una eficacia adecuada en concentraciones de digluconato de clorhexidina al 0,12% con menores efectos secundarios que si se utilizaba una concentración del 0,2%, tal y como se hizo en los primeros ensayos.
- Algunos autores opinan que pese al poder antiséptico de la clorhexidina, y a reducir el recuento bacteriano salival en más del 95%, la saliva contendría suficiente número de bacterias como para producir la alveolitis seca (24).
- Profundizando en la teoría bacteriana, se utilizaron antibióticos sistémicos como medida de prevención de la alveolitis seca, solos o junto a corticoides, pero esta asociación no ha aportado mejores resultados.
Por otra parte, el sólo uso de los corticoides no redujo significativamente la incidencia de alveolitis. Si bien el uso de penicilina no consiguió mejorar la tasa de alveolitis tras la extracción de terceros molares retenidos, la utilización de antibióticos tópicos han dado un buen resultado.
Ritzau y cols. en 1992 utilizaron 1 gramo de metronidazol vía oral preoperatoriamente como estrategia preventiva (25), aunque no redujo los porcentajes de alveolitis de forma apreciable. Sin duda el antibiótico que mejores resultados ha dado en la prevención de la alveolitis es la tetraciclina, tanto de forma sistémica, probada en el estudio de Swanson y cols.
de 1966 (26), en la que se consiguió una reducción del 37,5 % al 2,6 %, como de forma tópica (en esponjitas o en colocación intraalveolar), probada en el estudio de David y cols. (9,3% del grupo control frente a 2,7% del grupo experimental) (27). También se han publicado artículos en que el tratamiento antibiótico no ha tenido influencia en la reducción de la alveolitis (28).
- En resumen, si bien los agentes antifibrinolíticos han presentado actividad preventiva en el caso de la alveolitis, los efectos secundarios producidos pueden desaconsejar su uso.
- El uso de lavados de suero sí ha probado su eficacia y debe ser incorporado al protocolo de extracción de los terceros molares retenidos.
El uso de antisépticos provee reducciones del 50 % en las tasas de alveolitis tras la extracción de terceros molares inferiores y es considerada una medida preventiva adecuada. El uso de antibióticos de forma sistémica, pese a ser adecuado en la prevención de este cuadro, ha sido muy discutido, por los efectos secundarios, la creación de resistencias y su toxicidad, recomendándose el uso tópico.
Si aplicamos los datos que hemos encontrado en los estudios revisados anteriormente a las teorías etiopatogénicas presentadas más arriba podemos pensar, sin abandonar el territorio de la hipótesis, en un modelo patogénico en el que los mecanismos fibrinolíticos bacterianos y del propio organismo colaboren para producir la alveolitis seca.
BIBLIOGRAFÍA 1. Crawford JY. Dry socket. Dent Cosmos 1896;38:929.2. Birn H. Bacterial and fibrinolytic activity in “dry socket”. Acta Odontol Scand 1970;28:773-83.3. Blum IR. Contemporary views on dry socket (alveolar osteitis): a clinical appraisal of standardization, aetiopathogenesis and management: a critical review.
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¿Cómo dormir con pulpitis?
Si un dolor de muela es ya, de por sí, un suplicio durante el día, por la noche puede convertirse en una auténtica tortura. Cuando estamos acostados apenas podemos encontrar distracciones que nos permitan engañar a nuestro subconsciente y maquillar los síntomas de una caries o de cualquier otro tipo de afección bucal.
A ello se le suma el hecho de que, si bien durante el día podemos visitar a nuestro dentista de urgencia, por la noche esta tarea es prácticamente imposible, y solo podremos recurrir a los analgésicos que tenemos a mano en casa o en la farmacia. En caso de que dispongas de analgésicos orales en tu domicilio, asegúrate de que son de venta libre y de tomar la dosis recomendada por el laboratorio hasta que tu dentista o estomatólogo te den una pauta concreta.
Pero si te despiertas en medio de la noche con molestias y no tienes ningún analgésico en casa, toma nota de estos consejos porque pueden ayudarte a pasar la noche con un poco más de alivio y a sobrevivir hasta el día siguiente. Recuerda que el dolor de muelas es una dolencia muy frecuente que afecta a cerca del 12% de la población, según datos del Consejo de Dentistas,
Coloca la cabeza en una posición elevada sobre una o varias almohadas, La elevación ayuda a disminuir la presión sanguínea hacia la cabeza y la boca, mejora la circulación, reduce la inflamación y provoca cierta sensación de alivio. Intenta reducir la inflamación con una bolsa con hielo o un paño empapado en agua fría, Si mantienes la bolsa con hielo en la zona afectada se contraerán los vasos sanguíneos y notarás una sensación de alivio que te ayudará a conciliar el sueño. El frío es un buen remedio contra la inflamación y el dolor, así que también puedes aplicarlo antes de acostarte. Utiliza una pasta con clavos de olor. El eugenol, uno de los principios de la especia del clavo, contribuye a actuar como analgésico para reducir el dolor y la inflamación en la boca. Para utilizarlo debes humedecer clavos molidos con agua para hacer una pasta y, a continuación, aplicarla sobre la zona afectada. También puedes probar a chupar un clavo de olor y colocarlo cerca de la muela para intentar mitigar la molestia. En este caso debes tener cuidado a la hora de administrarlo a un niño porque, aunque el clavo es inocuo, es puntiagudo y si se traga puede ser doloroso. Por último, puedes humedecer un algodón con aceite de clavo y colocarlo sobre el área que necesitas. Si tienes las encías doloridas, puedes enjuagarte la boca con agua caliente con sal, Se trata de una solución desinfectante que te ayudará a limpiar la herida y a aliviar la infección. Pomadas medicinales. En la farmacia puedes encontrar algunos geles y pomadas medicinales de venta libre que contienen ingredientes anestésicos inocuos pero efectivos. Agua oxigenada. Un enjuague con agua oxigenada o peróxido de hidrógeno diluido en agua ayuda a mitigar cualquier infección bucal. Para corregir el dolor debes diluir el agua oxigenada a partes iguales con agua, y no debes tragar la solución porque puede provocar daños internos. Por esta razón esta solución no está indicada para niños. Té de menta. La menta cuenta con elementos antibacterianos y antioxidantes, como el mentol, que la convierten en una buena solución para aliviar el dolor de muelas e incluso ejercer un efecto adormecedor en las áreas sensibles. Ajo. El ajo tiene un efecto antibacteriano que puede ayudarte a mitigar el dolor de muela. Uno de sus principios, la alicina, es un potente bactericida que ayuda a curar heridas abiertas. Para aprovechar sus propiedades únicamente tienes que masticar un diente de ajo y dejar que permanezca cerca de la muela afectada. Sin embargo, también debes tener en cuenta que el ajo puede resultar demasiado fuerte para algunas personas, y sentar mal al estómago en caso de ingerir la saliva.
Estos ocho trucos, y la colaboración inestimable de tu colchón, pueden ayudarte a sobrellevar una noche de dolor de muelas hasta la visita de rigor al dentista el día siguiente. En cualquier caso, aunque un dolor de muela te puede sobrevenir en cualquier momento, conviene que sigas unas pautas básicas de salud dental para minimizar los riesgos.
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¿Qué provoca pulpitis?
La pulpitis es la inflamación de la pulpa dentaria producida por caries sin tratar, traumatismos o múltiples arreglos. Su síntoma principal es el dolor. El diagnóstico se basa en los hallazgos clínicos y en los resultados de la radiografía y las pruebas de vitalidad pulpar.
Un diente requiere varios procedimientos invasivos Los traumatismos destruyen los linfáticos y la irrigación de la pulpa
La pulpitis se designa como
Reversible: la pulpitis comienza como una inflamación limitada, y el diente puede salvarse con un simple arreglo. Irreversible: cuando el edema dentro de la cavidad cerrada de la dentina compromete la circulación, haciendo que la pulpa se necrose y se predisponga a la infección.
Las secuelas infecciosas de la pulpitis incluyen la periodontitis Periodontitis La periodontitis es una enfermedad oral inflamatoria crónica que destruye progresivamente el aparato de soporte dental. En general, se manifiesta con empeoramiento de una gingivitis, y luego. obtenga más información apical, el absceso periapical, la celulitis Celulitis La celulitis es una infección bacteriana aguda de la piel y el tejido subcutáneo causada, la mayoría de las veces, por estreptococos o estafilococos. Los síntomas y signos incluyen dolor, calor. obtenga más información y (raramente) la osteomielitis Osteomielitis La osteomielitis es la inflamación y destrucción del hueso causada por bacterias, micobacterias u hongos. Los síntomas frecuentes son dolor óseo localizado y dolor a la compresión, con síntomas. obtenga más información de la mandíbula. La diseminación desde los dientes maxilares puede producir sinusitis Sinusitis La sinusitis es la inflamación de los senos paranasales debida a infecciones virales, bacterianas o micóticas, o a reacciones alérgicas. Los síntomas consisten en obstrucción y congestión nasales. obtenga más información purulenta, meningitis Generalidades sobre meningitis La meningitis es la inflamación de las meninges y el espacio subaracnoideo. Puede ser consecuencia de infecciones, otras enfermedades o reacciones a fármacos. La gravedad y la agudeza varían. obtenga más información, absceso cerebral Absceso cerebral Un absceso cerebral es una colección intracerebral de pus., celulitis orbitaria Celulitis preseptal y orbitaria La celuilitis preseptal (celulitis periorbitaria) es la infección del párpado y la piel periocular por delante del tabique orbitario. La celulitis orbitaria es la infección de los tejidos orbitarios. obtenga más información y trombosis de los senos cavernosos Trombosis del seno cavernoso La trombosis del seno cavernoso es una trombosis muy rara y habitualmente séptica del seno, causada por forúnculos nasales o una sinusitis bacteriana. Cursa con los siguientes signos y síntomas.
obtenga más información, La diseminación desde los dientes mandibulares puede producir una angina de Ludwig Infección del espacio submandibular La infección del espacio submandibular es una celulitis aguda de los tejidos blandos en el suelo de la boca. Los síntomas son dolor, disfagia y, tal vez, la obstrucción de la vía aérea, potencialmente.
obtenga más información, abscesos parafaríngeos Absceso parafaríngeo El absceso parafaríngeo es un absceso cervical profundo. Los síntomas incuyen fiebre, dolor de garganta, odinofagia e hinchazón del cuello, por debajo del hueso hioides. El diagnóstico se efectúa. obtenga más información, mediastinitis Mediastinitis La mediastinitis es la inflamación del mediastino. La mediastinitis aguda suele ser consecuencia de la perforación esofágica o de una esternotomía mediana. Los síntomas consisten en fiebre,. obtenga más información, pericarditis Pericarditis La pericarditis es la inflamación del pericardio, a menudo con acumulación de líquido en el espacio pericárdico., empiema y tromboflebitis yugular.
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¿Qué causa una pulpitis?
Signos y síntomas de la pulpitis – En la pulpitis reversible, el dolor aparece cuando se aplica un estímulo en el diente (en general, frío o dulce). Una vez retirado el estímulo, el dolor cesa en 1 o 2 segundos. En la pulpitis irreversible, el dolor aparece espontáneamente o dura unos minutos después de que el estímulo (en general calor, con menor frecuencia frío) se ha eliminado.
- Un paciente puede tener dificultades en localizar el diente en el cual se origina el dolor, hasta confundir los arcos maxilar y mandibular (pero no los lados izquierdo y derecho de la boca).
- Luego, el dolor puede cesar por varios días debido a la necrosis de la pulpa.
- Cuando la necrosis pulpar se ha completado, la pulpa ya no responde al calor o al frío, pero suele responder a la percusión.
A medida que progresa la infección y se extiende a través del foramen apical, el diente se vuelve exquisitamente sensible a la presión o la percusión. Un absceso periapical (dentoalveolar) eleva el diente de su alvéolo y la pieza dental se siente “más alta” cuando el paciente muerde.
Evaluación clínica A veces, radiografías dentales
El diagnóstico se basa en los antecedentes y el examen físico, que hace uso de un estímulo (aplicación de calor, frío y/o percusión). Los dentistas también pueden utilizar un probador pulpar eléctrico, que indica si la pulpa está viva pero no si está sana.
Perforación y obturación en la pulpitis reversible Tratamiento de conducto y corona o extracción en la pulpitis irreversible Antibióticos (p. ej., amoxicilina o clindamicina) para la infección que no puede resolverse con medidas locales
En la pulpitis reversible, la vitalidad de la pulpa puede conservarse si se trata el diente, mediante la curación de la caries. La pulpitis irreversible, y sus secuelas requieren tratamiento endodóntico (tratamiento de conducto) o extracción. En el tratamiento endodóntico, se realiza una abertura en el diente y se extrae la pulpa.
El conducto radicular se desbrida, se lima y se rellena con gutapercha. Después de tratar el conducto, la curación se manifiesta clínicamente por la resolución de los síntomas y radiográficamente por una imagen radiolúcida en el área de la raíz en un período de meses. Si el paciente tiene síntomas sistémicos de infección (p.
ej., fiebre), se indican antibióticos orales (amoxicilina 500 mg cada 8 hs; para los pacientes alérgicos a la penicilina, clindamicina 150 mg o 300 mg cada 6 horas). Si los síntomas persisten o empeoran, en general se repite el tratamiento del conducto si quedó omitida una raíz, pero deben considerarse diagnósticos alternativos (p.
- Ej., trastorno temporomandibular, fractura dental oculta, trastornos neurológicos).
- Rara vez, después de usar un perforador o una turbina de aire comprimido en un diente para un tratamiento de conducto o una extracción, puede aparecer un enfisema subcutáneo o mediastínico.
- Estos dispositivos fuerzan aire hacia los tejidos alrededor del alvéolo dentario y disecan los planos fasciales.
La aparición de una hinchazón aguda de la mandíbula o el cuello con crépito característico de la piel a la palpación es diagnóstica. En general, no se requiere tratamiento, aunque a veces se administra profilaxis antibiótica.
La pulpitis es la inflamación de la pulpa dentaria producida por caries profundas, traumatismos o arreglos dentales extensos. A veces, se desarrolla infección (p. ej., absceso periapical, celulitis, osteomielitis). La pulpitis puede ser reversible o irreversible. En la pulpitis reversible, la pulpa no está necrótica, un estímulo frío o dulce provoca dolor que suele durar 1 o 2 segundos, y la reparación sólo requiere la perforación y el relleno. En la pulpitis irreversible, la pulpa se está convirtiendo en necrótica, el estímulo (a menudo calor) causa dolor que dura típicamente minutos, y se requiere tratamiento de conducto o extracción. La necrosis pulpar es una etapa posterior de la pulpitis irreversible; la pulpa no responde al frío o al calor, pero a menudo responde a la percusión, y se requiere tratamiento de conducto o extracción.
NOTA: Esta es la versión para profesionales. PÚBLICO GENERAL: VER VERSIÓN PARA PÚBLICO GENERAL Copyright © 2023 Merck & Co., Inc., Rahway, NJ, USA y sus empresas asociadas. Todos los derechos reservados.
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¿Qué pasa si no se trata una pulpitis?
Recursos de temas La pulpitis es la inflamación dolorosa de la pulpa dental, un tejido con numerosos nervios y vasos sanguíneos situado en la zona más interna de la pieza dental. La caries dental es la causa más frecuente de la pulpitis, seguida por los traumatismos.
Pruebas de sensibilidad del diente Examen de la vitalidad de la pulpa con un probador eléctrico de pulpa
El dentista realiza ciertas pruebas para determinar si la pulpa está lo bastante sana como para poder salvarla. Por ejemplo, puede aplicar un estímulo caliente, dulce o frío. Si el dolor desaparece en 1 ó 2 segundos después de haber retirado el estímulo, la pulpa puede estar lo suficientemente sana como para salvarla (lo que se conoce como pulpitis reversible).
Si el dolor persiste después de interrumpir el estímulo, o bien si el dolor aparece de modo espontáneo, significa que la pulpa está tan afectada que no se puede salvar (lo que se conoce como pulpitis irreversible). Los dentistas también utilizan un estimulador eléctrico que indica si la pulpa está viva, pero no si está sana.
La pulpa está viva si el paciente percibe la pequeña descarga eléctrica aplicada a la pieza dental. La sensibilidad tras golpear el diente suele indicar que la inflamación se ha extendido a los tejidos circundantes. Los médicos solicitan a veces radiografías para evaluar el hueso que rodea al diente en busca de cambios relacionados con la inflamación de la pulpa, como un quiste o una inflamación del propio hueso.
Eliminación de las caries Restauración de diente A veces, tratamiento del conducto radicular A veces antibióticos
La pulpitis desaparece cuando se trata la causa. El siguiente recurso en inglés puede ser útil. Tenga en cuenta que el MANUAL no se hace responsable del contenido de este recurso.
Mouth Healthy : (Boca sana): este recurso general proporciona información sobre la salud bucal, incluyendo nutrición y orientación sobre la selección de productos que llevan el sello de aprobación de la American Dental Association (Asociación dental estadounidense). También se aconseja encontrar un dentista y cómo y cuándo visitarlo.
NOTA: Esta es la versión para el público general. MÉDICOS: VER VERSIÓN PROFESIONAL Copyright © 2023 Merck & Co., Inc., Rahway, NJ, USA y sus empresas asociadas. Todos los derechos reservados.
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¿Cómo se diagnóstica la pulpitis?
Signos y síntomas de la pulpitis – En la pulpitis reversible, el dolor aparece cuando se aplica un estímulo en el diente (en general, frío o dulce). Una vez retirado el estímulo, el dolor cesa en 1 o 2 segundos. En la pulpitis irreversible, el dolor aparece espontáneamente o dura unos minutos después de que el estímulo (en general calor, con menor frecuencia frío) se ha eliminado.
- Un paciente puede tener dificultades en localizar el diente en el cual se origina el dolor, hasta confundir los arcos maxilar y mandibular (pero no los lados izquierdo y derecho de la boca).
- Luego, el dolor puede cesar por varios días debido a la necrosis de la pulpa.
- Cuando la necrosis pulpar se ha completado, la pulpa ya no responde al calor o al frío, pero suele responder a la percusión.
A medida que progresa la infección y se extiende a través del foramen apical, el diente se vuelve exquisitamente sensible a la presión o la percusión. Un absceso periapical (dentoalveolar) eleva el diente de su alvéolo y la pieza dental se siente “más alta” cuando el paciente muerde.
Evaluación clínica A veces, radiografías dentales
El diagnóstico se basa en los antecedentes y el examen físico, que hace uso de un estímulo (aplicación de calor, frío y/o percusión). Los dentistas también pueden utilizar un probador pulpar eléctrico, que indica si la pulpa está viva pero no si está sana.
Perforación y obturación en la pulpitis reversible Tratamiento de conducto y corona o extracción en la pulpitis irreversible Antibióticos (p. ej., amoxicilina o clindamicina) para la infección que no puede resolverse con medidas locales
En la pulpitis reversible, la vitalidad de la pulpa puede conservarse si se trata el diente, mediante la curación de la caries. La pulpitis irreversible, y sus secuelas requieren tratamiento endodóntico (tratamiento de conducto) o extracción. En el tratamiento endodóntico, se realiza una abertura en el diente y se extrae la pulpa.
El conducto radicular se desbrida, se lima y se rellena con gutapercha. Después de tratar el conducto, la curación se manifiesta clínicamente por la resolución de los síntomas y radiográficamente por una imagen radiolúcida en el área de la raíz en un período de meses. Si el paciente tiene síntomas sistémicos de infección (p.
ej., fiebre), se indican antibióticos orales (amoxicilina 500 mg cada 8 hs; para los pacientes alérgicos a la penicilina, clindamicina 150 mg o 300 mg cada 6 horas). Si los síntomas persisten o empeoran, en general se repite el tratamiento del conducto si quedó omitida una raíz, pero deben considerarse diagnósticos alternativos (p.
- Ej., trastorno temporomandibular, fractura dental oculta, trastornos neurológicos).
- Rara vez, después de usar un perforador o una turbina de aire comprimido en un diente para un tratamiento de conducto o una extracción, puede aparecer un enfisema subcutáneo o mediastínico.
- Estos dispositivos fuerzan aire hacia los tejidos alrededor del alvéolo dentario y disecan los planos fasciales.
La aparición de una hinchazón aguda de la mandíbula o el cuello con crépito característico de la piel a la palpación es diagnóstica. En general, no se requiere tratamiento, aunque a veces se administra profilaxis antibiótica.
La pulpitis es la inflamación de la pulpa dentaria producida por caries profundas, traumatismos o arreglos dentales extensos. A veces, se desarrolla infección (p. ej., absceso periapical, celulitis, osteomielitis). La pulpitis puede ser reversible o irreversible. En la pulpitis reversible, la pulpa no está necrótica, un estímulo frío o dulce provoca dolor que suele durar 1 o 2 segundos, y la reparación sólo requiere la perforación y el relleno. En la pulpitis irreversible, la pulpa se está convirtiendo en necrótica, el estímulo (a menudo calor) causa dolor que dura típicamente minutos, y se requiere tratamiento de conducto o extracción. La necrosis pulpar es una etapa posterior de la pulpitis irreversible; la pulpa no responde al frío o al calor, pero a menudo responde a la percusión, y se requiere tratamiento de conducto o extracción.
NOTA: Esta es la versión para profesionales. PÚBLICO GENERAL: VER VERSIÓN PARA PÚBLICO GENERAL Copyright © 2023 Merck & Co., Inc., Rahway, NJ, USA y sus empresas asociadas. Todos los derechos reservados.
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¿Qué es la pulpitis reversible?
Pulpitis reversible – Se trata de una inflamación leve de la pulpa dental, Puede ser causada por cualquier cosa que irrite la pulpa. Algunas causas comunes de la pulpitis reversible son:
La erosión del diente que llega a la dentina. Las caries que no han alcanzado todavía el nervio. Una fractura del esmalte del diente, que puede exponer la dentina. Una limpieza intensiva de dientes por un higienista dental, especialmente cuando limpia las raíces si el paciente tiene enfermedad periodontal.
Si una persona padece de pulpitis reversible los síntomas pueden variar, desde no sentir nada, hasta sentir un dolor agudo cuando el diente es estimulado por cosas que de otra manera no causarían dolor a los dientes, como por ejemplo el frío o el calor.
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