¿Cómo se produce? – Cuando una víscera duele, está inflamada o padece alguna infección, envía esa información al cerebro a través de ciertas fibras nerviosas. El dolor referido visceral surge de la mezcla de esas fibras nerviosas, que llevan información dolorosa de las vísceras, con las fibras nerviosas que llevan información sensitiva de la piel.
Esta unión se produce en la médula espinal y es nuestro cerebro quien, por esta “confusión” de fibras, atribuye el dolor visceral al tejido cutáneo. Debido a que los impulsos dolorosos provenientes de un determinado órgano interno se proyectan siempre sobre las mismas áreas cutáneas definidas, esta proyección dolorosa proporciona importantes indicaciones sobre el órgano afectado.
En la imagen siguiente se observa dónde suelen manifestar dolor algunas de las vísceras más importantes del cuerpo.
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Contents
- 1 ¿Qué es el dolor visceral ejemplos?
- 2 ¿Dónde ocurre el dolor visceral?
- 3 ¿Qué diferencias existen entre el dolor somático y el dolor visceral?
- 4 ¿Cuál es el mecanismo del dolor referido?
- 5 ¿Qué tomar para el dolor de viseras?
- 6 ¿Qué es afectacion visceral?
- 7 ¿Cómo saber si tengo disfuncion visceral?
- 8 ¿Qué función tiene el visceral?
- 9 ¿Qué tipo de dolor es el más frecuente y se divide en somático y visceral?
¿Qué es un dolor referido visceral?
Cuando se habla de dolor referido visceral, se hace alusión a un tipo de dolor cuyo origen es una disfunción o mal funcionamiento de un órgano o víscera, cuyo resultado es un dolor irradiado a distancia.
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¿Qué es el dolor visceral ejemplos?
DOLOR Tipos de dolor y escala terapéutica de la O.M.S. Dolor iatrogénico F. Puebla Díaz Oncología Radioterápica. Instituto Madrileño de Oncología San Francisco de Asís. Madrid 1. Introducción El dolor es la causa más frecuente de consulta médica. La Asociación Internacional para el Estudio del Dolor definió el dolor como “una experiencia sensitiva y emocional desagradable, asociada a una lesión tisular real o potencial”.
La percepción del dolor consta de un sistema neuronal sensitivo (nocioceptores) y unas vias nerviosas aferentes que responden a estímulos nocioceptivos tisulares; la nociocepción puede estar influida por otros factores (p.ej.psicológicos). En el momento del diagnóstico de una neoplasia, entre el 30-50% de los pacientes presentan dolor, que en las fases avanzadas de la enfermedad puede llegar al 70-90%.
En los pacientes con cáncer avanzado, el 70% de los dolores tienen su origen en la progresión de la propia neoplasia, mientras que el 30% restante se relaciona con los tratamientos y patologías asociadas. En la mayoría de las ocasiones el dolor oncológico es crónico.
Para una correcta valoración del dolor es conveniente conocer varias cuestiones como su variación temporal (agudo, crónico), patogenia, intensidad. El dolor oncológico sigue unas normas de tratamiento especificadas según las pautas recomendadas por la O.M.S. Los pacientes que reciben tratamiento radioterápico con intención radical o paliativa, presentan con frecuencia toxicidad en diferentes grados, dentro del área del tratamiento, que se manifiesta con dolor.
El empleo creciente de esquemas de tratamiento agresivos basados en combinaciones de radio y quimioterapia concomitantes, alteraciones del fraccionamiento así como escalada de dosis, hacen que el dolor constituya un problema en la práctica clínica diaria.
- Esta complicación puede obligar a la suspensión temporal o definitiva del tratamiento radioterápico y nos puede dificultar mantener el esquema terapéutico propuesto.2.
- Tipos de dolor La clasificación del dolor la podemos hacer atendiendo a su duración, patogenia, localización, curso, intensidad, factores pronóstico de control del dolor y, finalmente, según la farmacología.A.
Según su duración A-1) Agudo: Limitado en el tiempo, con escaso componente psicológico. Ejemplos lo constituyen la perforación de víscera hueca, el dolor neuropático y el dolor musculoesquelético en relación a fracturas patológicas. A-2) Crónico: Ilimitado en su duración, se acompaña de componente psicológico.
Es el dolor típico del paciente con cáncer.B. Según su patogenia B-1) Neuropático: Está producido por estímulo directo del sistema nervioso central o por lesión de vías nerviosas periféricas. Se describe como punzante, quemante, acompañado de parestesias y disestesias, hiperalgesia, hiperestesia y alodinia.
Son ejemplos de dolor neuropático la plexopatía braquial o lumbo-sacra post-irradiación, la neuropatía periférica post-quimioterapia y/o post-radioterapia y la compresión medular. B-2) Nocioceptivo: Este tipo de dolor es el más frecuente y se divide en somático y visceral que detallaremos a continuación.
- B-3) Psicógeno: Interviene el ambiente psico-social que rodea al individuo.
- Es típico la necesidad de un aumento constante de las dosis de analgésicos con escasa eficacia.C.
- Según la localización C-1) Somático: Se produce por la excitación anormal de nocioceptores somáticos superficiales o profundos (piel, musculoesquelético, vasos, etc).
Es un dolor localizado, punzante y que se irradia siguiendo trayectos nerviosos. El más frecuente es el dolor óseo producido por metástasis óseas. El tratamiento debe incluir un antiinflamatorio no esteroideo (AINE). C-2) Visceral: Se produce por la excitación anormal de nocioceptores viscerales.
Este dolor se localiza mal, es continuo y profundo. Asimismo puede irradiarse a zonas alejadas al lugar donde se originó. Frecuentemente se acompaña de síntomas neurovegetativos. Son ejemplos de dolor visceral los dolores de tipo cólico, metástasis hepáticas y cáncer pancreático. Este dolor responde bien al tratamiento con opioides.D.
Según el curso D-1) Continuo: Persistente a lo largo del día y no desaparece. D-2) Irruptivo: Exacerbación transitoria del dolor en pacientes bien controlados con dolor de fondo estable. El dolor incidental es un subtipo del dolor irruptivo inducido por el movimiento o alguna acción voluntaria del paciente.E.
Según la intensidad E-1) Leve: Puede realizar actividades habituales. E-2) Moderado: Interfiere con las actividades habituales. Precisa tratamiento con opioides menores. E-3) Severo: Interfiere con el descanso. Precisa opioides mayores.F. Según factores pronósticos de control del dolor El dolor difícil (o complejo) es el que no responde a la estrategia analgésica habitual (escala analgésica de la OMS).
El Edmonton Staging System pronostica el dolor de difícil control ( Tabla I ).G. Según la farmacología: G-1) Responde bien a los opiáceos: dolores viscerales y somáticos. G-2) Parcialmente sensible a los opiáceos: dolor óseo (además son útiles los AINE) y el dolor por compresión de nervios periféricos (es conveniente asociar un esteroide).
- G-3) Escasamente sensible a opiáceos: dolor por espasmo de la musculatura estriada y el dolor por infiltración-destrucción de nervios periféricos (responde a antidepresivos o anticonvulsionantes).3.
- Escala analgésica de la O.M.S El tratamiento del dolor oncológico se basa en el uso de analgésicos y co-analgésicos según la escala analgésica de la O.M.S.
( Tabla II ). Con dicha escala se puede obtener un buen control del dolor en cerca del 80% de los casos. Existen unas normas de uso de la escala analgésica: 1. La cuantificación de la intensidad del dolor es esencial en el manejo y seguimiento del dolor. Generalmente se utilizan escalas unidimensionales como la escala verbal numérica ó la escala visual analógica (EVA).2. La subida de escalón depende del fallo al escalón anterior. En primer lugar se prescriben los analgésicos del primer escalón. Si no mejora, se pasará a los analgésicos del segundo escalón, combinados con los del primer escalón más algún coadyuvante si es necesario. Si no mejora el paciente, se iniciarán los opioides potentes, combinados con los del primer escalón, con el coadyuvante si es necesario.3. Si hay fallo en un escalón el intercambio entre fármacos del mismo escalón puede no mejorar la analgesia (excepto en el escalón 3).4. Si el segundo escalón no es eficaz, no demorar la subida al tercer escalón.5. La prescripción de co-analgésicos se basa en la causa del dolor y se deben mantener cuando se sube de escalón.6. No mezclar los opioides débiles con los potentes.7. Prescribir cobertura analgésica del dolor irruptivo. Los enfermos con dolor leve son indicación de tratamiento con fármacos como el Paracetamol, Aspirina u otros analgésicos antiinflamatorios no esteroideos (primer escalón). Estos agentes presentan techo terapéutico: una vez alcanzada la dosis máxima recomendada, el incremento de la dosis no produce mayor analgesia. La Sociedad Americana del Dolor recomienda que todos los regímenes analgésicos deben incluir un fármaco no opioide aunque el dolor sea suficientemente intenso como para añadir un analgésico opioide. El dolor moderado se puede beneficiar de un tratamiento con opioides menores como la codeína. Se utilizan conjuntamente con analgésicos no opioides, ya que pueden ser aditivos o sinergistas. Los opiaceos actúan a través de receptores en el sistema nervioso central, mientras que los analgésicos no opioides ejercen su acción en la periferia (segundo escalón). Los enfermos con dolor severo necesitan tratamiento con opioides mayores como la morfina, fentanilo y la oxicodona de liberación retardada (tercer escalón). Los agonistas puros (morfina, metadona y fentanilo) no tienen techo analgésico a diferencia de los agonistas parciales (buprenorfina). Cuando no se obtiene una analgesia adecuada con opioides sistémicos, debe considerarse el cuarto escalón que incluye procedimientos como la analgesia continua espinal o epidural, bloqueo de nervios periféricos, bloqueo simpático, etc. Los coadyuvantes aumentan la eficacia analgésica, se utilizan en el manejo de síntomas concurrentes que exacerban el dolor y para tipos específicos de dolor como el neuropático. Se indican en cualquier escalón si el tipo de dolor lo precisa.4. Dolor iatrogénico El dolor oncológico causado por los tratamientos puede estar originado por la cirugía, la radioterapia y la quimioterapia. Es difícil determinar la incidencia real del dolor debido a los tratamientos de irradiación. Se estima que aproximadamente el 90% de los pacientes sometidos a radioterapia experimentan eritema cutáneo, pero sólo el 10-20% sufren radiodermitis III-IV. Más del 90% de los pacientes diagnosticados de tumores de cabeza y cuello que reciben tratamientos combinados de radio y quimioterapia desarrollarán mucositis III-IV. Las repercusiones de la mucositis incluyen el dolor, la pérdida de peso que obligue a gastrostosmía o colocación de SNG y la posible interrupción temporal o definitiva del tratamiento con el consiguiente perjuicio para el control tumoral. El dolor debido a la radiación es un efecto adverso recogido en los CTC (Common Toxicity Criteria) 2.0 ( Tabla III ). Entre los factores determinantes de efectos secundarios del tratamiento radioterápico se encuentran: – Volumen irradiado. – Dosis total. – Fraccionamiento. – Energía y naturaleza de la radiación (fotones, electrones). – Localización anatómica irradiada. – Tratamientos previos o simultáneos (quimioterapia). – Una línea de investigación actualmente en curso es el intentar determinar previamente que pacientes van a presentar una reacción de hipersensibilidad a la radioterapia y, por tanto, un efecto secundario anormalmente elevado. Para ello se están estudiando cambios polimórficos en genes relacionados con la reparación del ADN. Existen una serie de síndromes clínicos dolorosos en pacientes en cuyo programa de tratamiento se incluye un tiempo de irradiación. Entre estos síndromes se encuentran dolores neuropáticos como la fibrosis de los plexos braquial y lumbar, así como la mielopatía rádica; otros cursan con dolor nocioceptivo somático como el linfedema. Existen síndromes dolorosos tipo nocioceptivo visceral-somático como la mucositis y la enterocolitis. Asimismo existen toxicidades tardías como la osteoradionecrosis, proctitis crónica y segundos tumores radioinducidos que pueden causar dolor. Estudios clínicos con dosis única (radioterapia intraoperatoria, radiocirugía estereotáxica) y con braquiterapia intersticial (alta tasa/baja tasa de dosis) ha demostrado que el riesgo de secuela del tipo neuropatía rádica está relacionada con la dosis administrada y el volumen irradiado. El objetivo fundamental de la terapia con radiaciones es el control local de la enfermedad. La incorporación de protocolos intensivos de tratamientos multidisciplinarios que incluyen cirugía radical, dosis altas de irradiación y/o quimioterapia (concomitantes, adyuvantes, etc) han incrementado la probabilidad de toxicidad aguda y tardía. Los fraccionamientos alterados, del tipo hiperfraccionamento y boost concomitantes, han mejorado las tasas de control local en ciertas patologías, si bien, a expensas de toxicidad severa. El protocolo RTOG 9410 aleatorizó 611 pacientes con CPNM estadios II inoperable, III A y III B en tres esquemas de tratamiento: 1) QTP y RT secuencial (60 Gy).2) QTP y RT concomitante (60Gy) y 3) QTP y RT hiperfraccionada concomitante (69.6 Gy). Los resultados indicaron que la supervivencia fue superior con el tratamiento concomitante (esquema 2) y que la tasa de esofagitis grado 3-4 fue mayor en los esquemas concomitantes. El dolor iatrogénico por irradiación es un dolor multifactorial en el que se implican el dolor producido por el tumor y sus metástasis, los tratamientos oncológicos y las patologías asociadas. Por tanto su tratamiento requiere medidas generales de soporte, tratamiento específico según la localización irradiada y tratamiento del dolor con anestésicos locales así como analgésicos según la escala de la OMS. La toxidad grado I habitualmente es asintomática. Es conveniente utilizar los analgésicos desde las primeras manifestaciones del dolor. Un ejemplo lo constituye la irradiación del área de cabeza y cuello en el que el tratamiento analgésico es fundamental para evitar que el dolor interfiera con la nutrición del paciente. Iniciamos con fármacos del primer escalón con presentaciones que faciliten la deglución (ej: Ibuprofeno en sobres); si no mejora pautamos fármacos del segundo escalón (ej: solución de Tramadol). La mucositis del área de cabeza y cuello cursa con dolor tipo nocioceptivo visceral-somático que responde bien a opiaceos tipo parche de fentanilo (tercer escalón). La plexopatía braquial post-RT es un ejemplo de dolor neuropático. Este dolor es resistente a opiaceos. El tratamiento analgésico incluye coadyuvantes tipo antidepresivos tricíclicos (amitriptilina) o anticonvulsivos (carbamazepina, gabapentina). Existen escasas publicaciones sobre guías de práctica clínica específicas del manejo dolor iatrogénico postirradiación. Recientemente The Mucositis Study Section of the Multinational Association of Supportive Care in Cancer (MASCC)/Internacional Society for Oral Oncology (ISOO) han desarrollado la Guia de Práctica Clínica para la prevención y tratamiento de la mucositis gastrointestinal producida por los tratamientos oncológicos. Contreras et al. presentan su experiencia en la utilización de Fentanilo transdérmico en 106 pacientes que reciben tratamiento radioterápico con intención radical sobre cualquier localización tumoral (74% cabeza y cuello) con dolor asociado a la inflamación mucosa. En el 66% de los casos la mucositis es grado III. Se empleó el fentanilo tras el primer escalón (sin opioides menores) en el 64% de los casos. La intensidad media del dolor (escala EVA) al iniciar el tratamiento con fentanilo era 7.13 y con el tratamiento disminuyó a 3.5. Se empleó la dosis de 25 ug/h en el 92%. El 81% de los pacientes no interrumpe la radioterapia pese a que en el 55% de los casos es concomitante con quimioterapia. En la actualidad se están ensayando nuevos agentes que favorecen la reparación celular en la mucositis. En un estudio fase III presentado en ASCO 2004, 2084 pacientes diagnosticadas de cáncer de mama que recibieron al menos tres ciclos de un régimen de quimioterapia que incluye antraciclinas, fueron tratadas con L-glutamina oral (“Saforis”) o placebo. El tratamiento con glutamina redujo en un 22% la incidencia de mucositis moderada-severa en el primer ciclo de quimioterapia. Así mismo se sugiere que la reparación mucosa en el primer ciclo protege de la mucositis en los siguientes ciclos de quimioterapia. En un artículo publicado recientemente por Spielberger se analiza la actividad del factor de crecimiento queratinocítico recombinante (“Palifermin”) vía endovenosa tras quimioterapia a altas dosis y radioterapia en 212 pacientes diagnosticados de tumores hematológicos. Esta pauta de tratamiento aporta una disminución de la mucositis oral grado III/IV respecto al grupo placebo (63%-98%) así como en la duración de la mucositis (3 días-9 días) y el uso de analgésicos opioides con significación estadística (212-535 mg. de morfina, p < 0.001). Acompañando a este artículo existe un editorial de Garfunkel en el que se señala que la mucositis producida por quimioirradiación no es únicamente un proceso epitelial, sino que incluye el daño microvascular resultante de la apoptosis de células endoteliales, el incremento de los niveles del factor de necrosis tumoral y la interlukina 6, así como diferencias genéticas en la apoptosis de los tejidos. Conclusiones Para un correcto tratamiento del dolor, se deben identificar y evaluar los síndromes dolorosos más comunes en pacientes oncológicos. La formación adecuada capacita para realizar un tratamiento satisfactorio del dolor. El dolor iatrogénico por irradiación es un dolor multifactorial que precisa un tratamiento adecuado para evitar en lo posible las alteraciones en los esquemas terapéuticos propuestos. Son necesarios estudios fase III con fármacos que disminuyan la toxicidad de los esquemas de tratamiento que incluyan un tiempo de irradiación. Bibliografía Campos C, Carrulla J, Casas A, et al. Manual SEOM de Cuidados Contínuos.2004. Pag.455-500. Pérez Romasanta LA, Calvo Manuel FA. Guía terapeútica de soporte en Oncología Radioterápica.2ª edición. Masson 2004. Cap.16: Dolor. Pag.265-296. Porta J, Gómez-Batiste X, Tuca A. Control de síntomas en pacientes con cáncer avanzado y Terminal. Arán 2004. Cap.3: Dolor. Pag.33-90. Gabriel SE. Cancer Pain Relief with a Guide to Opioid Availability.2nd ed. Geneva: World Health Organization; 1996. Max MB, PayneR, Edwards WT, Sunshine A, Inturrisi CE. Principles of Analgesic Use In the Treatment of Acute Pain and Cancer Pain.4th ed. Glenview, IL: American Pain Society; 1999. Pérez C, Brady L, Halperin E, Schmidt-Ullrich R. Principles and practice of Radiation Oncology.4ª edición. Lippincott Williams and Wilkins 2004. Cap.89: Pain management. Pag.2412-2425. Foley K. Pain syndromes in patients with cancer. Medical Clinics of North America 1987; 71: 169-184. Curran WJ. Phase III comparison of sequential versus concurrent chemoradiation for patients with unresected stage III non-small-cell lung cancer (NSCLC): initial report of radiation therapy oncology group. RTOG 9410. Proc Am Clin Oncol 2000; 19:484 (abstr 1891). Contreras J, Medina JA, Villanueva A, et al. Fentanilo transdérmico como tratamiento de soporte del dolor en pacientes con mucositis de cualquier localización asociada a radioterapia de intención radical. V Congreso Nacional de FESEO. Oncología 2004; 6 (suplemento 1): 36-37. Sutherland SE, Brownman GP. Prophylaxis of oral mucositis in irradiated head and neck cancer patients: a proposed classification scheme of interventions and metaanalysis of randomized controlled trials. Int.J. Radiant Oncol Biol Phys 2001; 49: 917-930. Rubenstein EB, Peterson DE, Schubert M, et al. Clinical practice guidelines for the prevention and treatment of cancer therapy-induced oral and gastrointestinal mucositis. Cancer 2004 May 1; 100 (9 Suppl): 2026-2046. Spielberger R, Stiff P, Bensinger W, et al. Palifermin for oral mucositis after intensive therapy for hematologic cancers. The New England Journal of Medicine 2004; 351: 2590-2598. Portenoy RK. Lesage P. Management of cancer pain. Lancet 1999; 353 (9165): 1695-1700.
Ver respuesta completa¿Qué es un dolor referido?
Definición – Qué es Dolor referido Es la respuesta de una zona corporal que indica que existe un daño en una zona lejana pero relacionada con otro punto de origen. Es decir, este se manifiesta como una extensión de la sensación dolorosa, en una zona diferente a donde originalmente se creó la lesión.
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¿Dónde ocurre el dolor visceral?
Dolor de origen visceral, te contamos qué es, cómo se identifica y cómo podemos tratarlo con osteopatía visceral – Cuando nuestros pacientes piden una cita y vienen a vernos es porque sienten algún tipo de dolor músculo esquelético pero, en ocasiones, la causa de ese dolor no tiene el origen en la zona donde se manifiesta, si no que la causa puede ser a distancia (articular/fascial), de origen visceral o del sistema nervioso central.
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¿Cuáles son los órganos viscerales?
Relacionado con las vísceras, que son los órganos internos blandos del cuerpo, inclusive los pulmones, el corazón, los órganos del aparato digestivo, de los sistemas excretor y reproductivo, y del aparato circulatorio.
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¿Qué diferencias existen entre el dolor somático y el dolor visceral?
Tipos de dolor atendiendo a la duración: Dolor agudo Se considera como dolor agudo una respuesta normal, fisiológica y predecible del organismo frente a una agresión química, física o traumática. Por tanto, dolor agudo es aquel que persiste mientras dura el proceso de curación o cicatrización de los tejidos.
En este sentido, un dolor cuya duración excede de 3 ó 6 meses puede considerarse como crónico. Bonica propone hablar de dolor agudo y crónico en función de la duración y de la cantidad de patología subyacente, de manera que los procesos de corta duración con mucha patología subyacente coincidirían con dolor agudo y los procesos dolorosos de mayor duración y menor patología subyacente se enmarcarían como dolor crónico.1 El dolor agudo es un elemento fundamental para la supervivencia del organismo.
Constituye un sistema de alarma de primer orden y advierte o avisa de que existe algún peligro para la integridad del organismo que merece atención, permitiendo poner en marcha los mecanismos de evitación o protección.1 Entre las características del dolor agudo podemos mencionar las siguientes: 1
- Es secundario a una lesión tisular real o potencial.
- Constituye un sistema de alarma de primer orden.
- Su curso temporal discurre paralelo al proceso de reparación.
- Desaparece la cicatrizar los tejidos.
- Es un síntoma de enfermedad.
Figura 1: Dolor agudo Fuente: Banco de imágenes de Dolor.com Dolor crónico Es el que persiste más de 3 a 6 meses desde el momento de la agresión tisular. Entre las características del dolor crónico podemos destacar las siguientes: 1
- La persistencia temporal más allá de la reparación tisular.
- Ser secundario a cambios fisiopatológicos que se producen en el sistema nociceptivo.
- A diferencia del dolor agudo que constituye un síntoma de una enfermedad, el dolor crónico constituye una enfermedad en sí mismo.
Figura 2: Dolor crónico Fuente: Banco de imágenes de Dolor.com En un estudio transversal realizado por teléfono en una muestra de 1.957 sujetos realizado en población española, se objetivó que la prevalencia de dolor en el último mes fue de un 19,9% y la de dolor crónico de un 16,6% con una mayor prevalencia en mujeres.
Dolor | Agudo | Crónico |
---|---|---|
Síntoma | Enfermedad | |
Intensidad | Proporcional | No proporcional |
Evolución | Transitoria | Permanente/recurrente |
Función biológica | Sí | No |
Se asocia con | Ansiedad | Depresión |
Respuesta al tratamiento | Buena | Regular |
Ver información sobre la nueva clasificación del dolor crónico según la CIE-11 Tipos de dolor atendiendo a la fisiopatología: Dolor nociceptivo El dolor nociceptivo resulta de la actividad en vías neuronales, secundaria a estímulos reales o estímulos que podrían potencialmente dañar el tejido.5 – Somático El dolor somático es aquel cuyo origen es la información nociceptiva procedente de cualquier tejido que constituye la estructura del cuerpo.
Estos tejidos son: huesos, músculos, articulaciones, ligamentos y tendones de la columna, tronco y extremidades. Técnicamente, también incluiría el dolor mediado por el sistema nociceptivo procedente del cráneo, las meninges que recubren el cerebro y la médula ósea y los dientes. De forma más explícita, el dolor somático incluye todos los dolores procedentes de estructuras no viscerales del cuerpo.
El dolor procedente del cráneo se incluye como cefalea y el dolor de los dientes, como dolor dental. Por tanto, cuando hablamos de dolor somático nos referimos a todas aquellas estructuras musculoesqueléticas de la pared torácica y abdominal, la columna y las extremidades.
El dolor de origen musculoesquelético es la causa más frecuente de consulta en las Unidades de Dolor.1 – Visceral El dolor visceral es el que proviene de órganos internos como el corazón y grandes vasos, los pulmones y las vías respiratorias, el aparato digestivo, el hígado, vesícula biliar, los órganos urológicos, como riñones y vías excretoras, y el aparato reproductor.
Tradicionalmente, el dolor somático se entiende como una forma de protección del organismo; sin embargo, en el caso del dolor visceral, su contribución a la protección del individuo está menos clara. Algunos órganos internos son insensibles al dolor y, en otras ocasiones, el dolor en vísceras como el hígado aparece cuando existe una lesión muy importante y extensa, que puede comprometer la vida, siendo ya demasiado tarde para adoptar medidas curativas.1 El dolor visceral cumple 5 características clínicas 1 :
- En primer lugar, hay que destacar que no todas las vísceras son capaces de generar dolor; de hecho, el hígado, los riñones, el parénquima pulmonar y la mayoría de las vísceras sólidas no son capaces de generar sensaciones dolorosas.
- No siempre se asocia a estímulos nocivos o agresivos. Por ejemplo, algunos estímulos lesivos, como cortes o quemaduras, pueden no provocar dolor y estímulos no nocivos, como la distensión, pueden resultar dolorosos.
- El dolor visceral se caracteriza por ser difuso y estar mal localizado.
- Se acompaña de dolor referido en otras localizaciones.
- Es capaz de desencadenar respuestas reflejas vegetativas y motoras.
Dolor neuropático El dolor neuropático se define como el dolor que aparece como consecuencia directa de una lesión o enfermedad que afecta al sistema somatosensorial.1 El dolor neuropático es una descripción clínica que requiere la presencia de una enfermedad o lesión demostrable que satisfaga los criterios diagnósticos neurológicos.
- Actividad ectópica.
- Sensibilización periférica.
- Sensibilización central.
- Disminución de la modulación inhibitoria.
- Activación de la microglía.
Dependiendo de la localización de la lesión en el sistema nervioso, hablaremos de dolor neuropático central o periférico.1 Dolor nociplástico El dolor nociplástico es el dolor que surge del procesamiento anormal de las señales de dolor sin ninguna evidencia clara de daño tisular o patología discreta que involucre el sistema somatosensorial.
Anteriormente se conocía como síndromes de dolor funcional, estas condiciones incluyen estados de dolor como fibromialgia, síndrome del intestino irritable y, posiblemente, el dolor de espalda inespecífico. Los mecanismos fisiopatológicos que causan estos trastornos principalmente implican el procesamiento sensorial aumentado y disminución de las vías inhibitorias.
Con pocas excepciones, las intervenciones procedimentales se asocian con peores resultados en individuos con dolor nociplástico que en pacientes con dolor nociceptivo o dolor neuropático.5 Tipos de dolor atendiendo a la etiología: Dolor oncológico El dolor oncológico es un síntoma complejo, que cambia a lo largo del tiempo y que es el resultado final de varios mecanismos de dolor.
- La propia enfermedad por invasión y compresión de estructuras.
- Los tratamientos aplicados para el proceso oncológico: cirugía, quimioterapia y radioterapia.
- Los efectos de la enfermedad, como úlceras y debilidad.
- Otras comorbilidades, muchas veces, relacionadas con la edad.
El dolor oncológico, a su vez, puede ser agudo o crónico. Además de la propia enfermedad, existen otros factores que pueden influir en la percepción del dolor oncológico como 1 :
- El componente emocional, incluida la ansiedad y la depresión.
- El componente cognitivo, que implica la confianza del paciente en su habilidad para manejar el dolor, la catastrofización o la desesperanza.
- El componente social, que incluye el soporte que el paciente recibe por parte de su entorno.
Otro factor a tener en cuenta en el caso del dolor oncológico es la presencia de dolor irruptivo. Se considera como dolor irruptivo un recrudecimiento del dolor superpuesto a un patrón de dolor de base estable en pacientes tratados con opiáceos mayores.
- El dolor irruptivo puede ser secundario a causas reconocibles como caminar o toser, sobre todo, en presencia de metástasis óseas.
- En otras ocasiones puede no estar asociado a ninguna causa siendo por ello incidental y volicional.
- O desencadenado por causas conocidas, pero no voluntarias, por ejemplo toser o respirar (siendo entonces incidental no volicional).
El dolor incidental secundario a alguna actividad puede ser más previsible y, por lo tanto, puede tratarse con alguna antelación, pero habitualmente condiciona una disminución importante en la actividad y calidad de vida del paciente. El dolor irruptivo sin causa reconocible es más imprevisible y, por tanto, más difícil de tratar satisfactoriamente (no incidental).1 Dolor no oncológico También se llama dolor no maligno o benigno e incluye todos aquellos dolores que no son secundarios a un proceso oncológico o a sus tratamientos.1 Tipos de dolor atendiendo al sistema afectado: En función del sistema que se vea afectado podemos encontrar diversos tipos de dolor: el que afecta al sistema nervioso, al sistema respiratorio y cardiovascular, al sistema musculoesquelético, al sistema cutáneo y subcutáneo, al sistema gastrointestinal y al sistema genitourinario.
Los más comunes son los que afectan al sistema nervioso y al sistema musculoesquelético.1 Sistema nervioso Si el sistema nervioso se ve implicado, puede producirse dolor neuropático central o periférico.1 Sistema musculoesquelético El dolor musculoesquelético afecta al esqueleto, articulaciones y a las partes circundantes.
Dentro del dolor musculoesquelético podemos hablar de dolor agudo o crónico en función de su duración, de dolor nociceptivo o mixto en función de la fisiopatología, y de dolor articular, miofascial o tendinoso, en función de la estructura que genere dolor.1 La importancia del dolor musculoesquelético, al margen de que es el que con mayor frecuencia vemos en las unidades del dolor, es el enorme impacto socioeconómico que implica.
De hecho, el dolor musculoesquelético supone una carga económica que se coloca inmediatamente detrás de la carga que supone la enfermedad cardiovascular.1 Tipos de dolor atendiendo a la intensidad: Cuando clasificamos el dolor en función de su intensidad, debemos ser conscientes de que nos basamos en la información aportada por el paciente y que ésta siempre es subjetiva.1 La Escala Visual Analógica (EVA) es la escala más utilizada para medir el dolor.
Se representa, habitualmente, como una línea horizontal de 100 mm con anclajes en ambos extremos que van desde ausencia de dolor hasta el peor dolor imaginable.1 En función de la puntuación obtenida hablaríamos de dolor 1 :
- Leve
- Moderado
- Intenso
Otros tipos de dolor:
- DOLOR DE ESPALDA
- DOLOR REUMATOLÓGICO
- DOLOR ONCOLÓGICO
- DOLOR NEUROPÁTICO
- DOLOR GINECOLÓGICO
- DOLOR ABDOMINAL
- DOLOR POSTOPERATORIO
- CEFALEAS Y MIGRAÑAS
¿Cómo saber si el dolor es visceral o muscular?
El dolor es una sensación desagradable, en forma de pinchazo, hormigueo, picadura, ardor o molestia, señal de nuestro sistema nervioso de que algo no está funcionando bien. Puede ser agudo o sordo, intermitente o constante, local o generalizado. Además, es posible sentir dolor en una parte del cuerpo alejada del tejido que lo origina.
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¿Cuál es el mecanismo del dolor referido?
Explicación del dolor referido somático y visceral | Neurofisiología del dolor – Si queremos definir lo que es el dolor referido, quizá sea más fácil definir primero lo que no es. En el caso de dolor local el lugar del estímulo nociceptivo es también el lugar donde se siente el dolor.
- La presión o la carga sobre este punto local provoca entonces un aumento de la intensidad del dolor.
- El dolor referido también es diferente del dolor neuropático, en cuyo caso el dolor se siente en la distribución del nervio.
- En el caso del dolor referido, el dolor se percibe en una región distinta del lugar del estímulo doloroso.
Por lo tanto, la presión o la carga en el lugar donde se siente el dolor no suele provocar un aumento de la intensidad del dolor. Sin embargo, la presión o la carga en el lugar de los nociceptores sensibilizados provoca un aumento de la intensidad del dolor y de la zona referida.
Entonces, ¿cómo se puede explicar este fenómeno? La teoría principal detrás del dolor referido se llama teoría de la proyección de convergencia, que explicaremos en una versión simplificada: La teoría afirma que el dolor no se siente o apenas se siente en la zona de nocicepción real debido a la baja densidad de la inervación aferente nociceptiva.
Suelen ser tejidos profundos, axiales o proximales como los ligamentos, las cápsulas articulares, los tendones, la fascia muscular y el tejido muscular, por ejemplo, de la zona lumbar o de la cadera. En cambio, el dolor se proyecta hacia una zona más distal con una alta densidad de inervación aferente nociceptiva, que converge en la misma neurona de segundo orden del asta dorsal que el tejido de la nocicepción real. En el caso del dolor referido somático, la entrada nociceptiva del tejido somático axial o proximal -por ejemplo, la articulación facetaria derecha de L5/S1- se proyecta como dolor a un tejido somático diferente más distal, como la nalga derecha y la parte posterior del muslo.
En el caso del dolor referido visceral, la entrada nociceptiva de las estructuras viscerales, es decir, los órganos internos del cuerpo, se proyecta como dolor hacia estructuras somáticas más distales que comparten la misma inervación segmentaria y que están más densamente inervadas.
De este modo, el dolor visceral referido puede enmascararse como dolor de estructuras musculoesqueléticas. El dolor visceral se asocia a menudo con marcados fenómenos autonómicos, incluyendo palidez, sudoración profusa, náuseas, alteraciones gastrointestinales y cambios en la temperatura corporal, la presión arterial y la frecuencia cardíaca,
En la siguiente imagen puede encontrar una visión general de los patrones de dolor de referencia para diferentes órganos: Es importante mencionar que el dolor referido no sigue una distribución dermatológica, sino que se siente dentro del mismo esclerotomo. Sin embargo, los mapas de los esclerotomos no son consistentes y difieren entre diferentes estudios y sujetos. Por lo tanto, los patrones de dolor referido pueden utilizarse para juzgar, no la fuente anatómica o la causa del dolor, sino al menos la localización segmentaria aproximada.
(Mostrar una visión general de diferentes estudios si es posible). En cualquier caso, siempre está referido de dirección proximal a distal. Por último, el dolor referido suele describirse como un dolor profundo, a veces como una presión que se expande en zonas amplias y difíciles de localizar. A diferencia del dolor radicular, rara vez se refiere a zonas distales de la rodilla o el codo.
La cualidad de dolor profundo se debe a la estimulación de las fibras no mielinizadas de tipo IV o C, que informan al sistema nervioso central sobre la cuantía del daño y suele denominarse hiperalgesia secundaria. En comparación, la estimulación de las fibras mielinizadas rápidas de tipo III o alfa delta, que se disparan en caso de daño tisular potencial, suele provocar un dolor agudo y bien localizado, denominado hiperalgesia primaria.
Dolor cervical referido Dolor referido al tórax Dolor lumbar referido
¿Qué tomar para el dolor de viseras?
1) Los AINE, AAS o N-APA son eficaces para el dolor nociceptivo somático.2) Un opioide es útil para aliviar el dolor visceral nociceptivo.3) los anticonvulsivantes se usan para controlar el dolor neuropático positivo.
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¿Qué es afectacion visceral?
Alteraciones Viscerales – Clínica Rusca Sagués Muchos de vosotros ya habréis sufrido nuestro sinfín de preguntas cuando llegáis con un dolor o problema mecánico, y nos miráis con cara de desconcertados cuando os preguntamos cómo vais al baño, si dormís bien, cómo son vuestras digestiones, si tenéis problemas en la piel ¿Y qué tendrá que ver? Pues tiene que ver, y mucho, y los que nos conocéis ya sabéis que no nos cansamos nunca de explicaros cuales son las relaciones que están influyendo en el problema.
- Pero, empecemos por el principio.
- Una disfunción es un mal funcionamiento de un órgano o víscera, que aunque no llega a tener la entidad de enfermedad puede provocar, con frecuencia, muchas molestias e incomodidad por parte del paciente.
- Cada estructura visceral posee la cualidad de moverse o de quedar restringida en su movilidad, lo que supone una perturbación en el equilibrio fisiológico del organismo, y una alteración del estado de salud del paciente.
Son difíciles de detectar a través de pruebas diagnósticas convencionales (como ecografía, TAC, RNM), ya que normalmente no hay una lesión estructural como tal. Así que para descubrirlas se debe hacer una extensa anamnesis para valorar el porqué de su aparición. El sistema visceral influencia sobre el sistema músculo-esquelético desde muchas vertientes:
Irritación directa de estructuras musculo-esqueléticas, Muchos de los órganos están en contacto con determinados músculos que les ayudan a sostenerse en la posición adecuada y les permiten realizar su movimiento óptimo para su función. Cuando este órgano se irrita o no funciona correctamente irrita también al músculo que está en contacto.
Tracción musculo-esquelética directa, Como bien sabéis todo nuestro cuerpo está relacionado como si de una cadena se tratara, incluidas las vísceras. Todos los órganos necesitan puntos de anclaje para no caerse, pero esto es un arma de doble filo. Porqué también implica que si hay una alteración en alguno de estos órganos van a poder transmitir esta lesión a puntos más lejanos.
Malposiciones antiálgicas, Para proteger la zona visceral optamos por una posición que nos ayude a no irritar tanto la estructura, la cual cosa puede implicar cambios posturales importantes. O incluso al revés, si por una lesión o problema muscular adoptamos una postura concreta, como puede ser los hombros hacia delante por excesiva tensión torácica y falta de fuerza en la musculatura de la espalda, puede implicar cambios en la funcionalidad de un órgano, en este caso puede ser que nuestra respiración se convierta en una respiración muy superficial.
Limitación de movilidad, Una alteración visceral es capaz de limitarnos la movilidad de una articulación para protegerse y evitar un mayor daño. Para el cuerpo es más importante proteger nuestras vísceras que poder levantar el brazo.
Irritación directa de un nervio periférico, Las vísceras están conectadas a una región de la médula determinada, pero esa misma región está relacionada a su vez con una zona de la piel, una parte ósea, un grupo de músculos y determinados vasos sanguíneos. A este nivel de la médula que le corresponden todas estas estructuras se le llama metámera, por lo tanto, una afectación visceral repercutirá en las demás estructuras que pertenezcan al mismo nivel metamérico. Cada estructura además no está inervada por un solo segmento, sino por varios segmentos. Esto es lo que hace que el dolor visceral sea difuso y se localice muy mal, provocando que los pacientes sepan qué le duele pero que no sepan identificar que su dolor es de origen visceral. Además esto explica que no siempre la alteración de un mismo órgano afecte siempre de la misma manera a nuestro sistema musculo-esquelético.
Cambios autonómicos y vasculares a nivel celular y en las estructuras somáticas, La irrigación sanguínea así como los nutrientes que deben llegar a la zona también se puede ver alterado no solo de la propia víscera sino de las estructuras coadyuvantes y las relacionadas a distancia, a través de un nervio o por conexión mecánica tal como explicábamos antes.
Cambios neurofisiológicos, Si esta alteración visceral se mantiene en el tiempo e irrita estructuras musculo-esqueléticas, puede ser que a pesar de desaparecer la disfunción visceral, el dolor musculo-esquelético se mantenga ya que nuestro cerebro sigue entendiendo que hay una lesión que debe proteger ya que ha convivido con él mucho tiempo.
Trofismo y capacidad regenerativa, Si se produce una alteración visceral, el proceso de regeneración también se ve alterado ya que nuestro organismo no trabaja con normalidad.
Cirugías, adherencias y cicatrices, Ahora imagínate el impacto que tiene cualquier cirugía por pequeña que sea en nuestro cuerpo, o las grandes consecuencias que podría tener si se produce una adherencia que no solo limitará el movimiento visceral o muscular sino que además bloqueará la llegada de sangre a la zona alterando consecuentemente todas las estructuras relacionadas.
“The Second brain”, ¿Has oído hablar del eje intestino-cerebro? Esto es otro gran tema que abordaremos más adelante. Pero ya te puedes imaginar la gran conexión que hay entre ellos.
¿Cómo podemos ayudar a resolver este problema? Lo primero y más importante es identificar cuál ha sido la causa o las causas que han originado la disfunción.
Origen emocional, Igual que digerimos la comida también digerimos las emociones. Las emociones son capaces de generar una respuesta en nuestro organismo para actuar en consecuencia de lo que sentimos en cada momento: estrés, alegría, tristeza, decepción, incertidumbre, ilusión, miedo Y todas ellas pueden llegar a generarnos alteraciones viscerales si se mantienen en el tiempo y no las digerimos.
Origen metabólico, Nuestro estilo de vida es importante, lo que comemos, lo que nos movemos, lo que bebemos, lo que dormimos todo nos influencia para que nuestro cuerpo esté en equilibrio pero también todo ello puede hacernos salir de este.
- Parece evidente lo mucho que nos puede ayudar la psicología y la nutrición en las alteraciones viscerales.
- Y la fisioterapia y la osteopatía, ¿nos puede ayudar?
- Estos son algunos de los efectos que conseguimos con la terapia manual:
- Mejora de la movilidad de la víscera
- Mejora de la movilidad de estructuras músculo-esqueléticas
- Mejora de la fisiología visceral
- Rotura del arco irritativo víscero-somático
- Efecto mecánico sobre el tránsito intestinal y estimulación del peristaltismo
- Elastificar músculo liso y mejora de su tono de base
- Neuromodulación del SNA
- Efectos sobre la postura
- Mejora de posiciones antiálgicas
- Mejora de las adherencias
- Producir efectos vasomotores sobre las estructuras viscerales o tejido en relación
- Mejora del trofismo general de los tejidos
- Mejora de la capacidad de absorción de nutrientes
- Mejora del funcionamiento metabólico general
Esperemos que haya sido de ayuda para entender la globalidad de nuestro cuerpo. Ponte en manos de un profesional para que te ayude a buscar el origen de tu problema. Ante cualquier consulta no dudes en ponerte en contacto con nosotros! ¡Déjate acompañar en salud! : Alteraciones Viscerales – Clínica Rusca Sagués
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¿Cómo saber si tengo disfuncion visceral?
¿Qué síntomas provoca una disfunción visceral? – Puede provocar una gran cantidad de síntomas al paciente: dolores de espalda, contracturas, cefaleas, mareos, lumbalgias y cervicalgias e incluso hernias discales.
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¿Qué función tiene el visceral?
El Sistema Nervioso Visceral (SNV) es el encargado de realizar el control del equilibrio interno o homeostasis. EL SNV presenta dos tipos de fibras nerviosas, las sensitivas y las motoras. Estas últimas son la división autonómica del Sistema Nervioso Periférico.
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¿Que se consideran vísceras?
Órganos internos blandos del cuerpo, como los pulmones, el corazón, los órganos del aparato digestivo, y de los sistemas excretor y reproductivo.
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¿Qué hace el sistema nervioso visceral?
El sistema nervioso autónomo desempeña un papel central en el mantenimiento de la homeostasis y regula casi todos los órganos del cuerpo. Las principales divisiones funcionales son el sistema nervioso simpático y el parasimpático. Una tercera división, el sistema nervioso entérico, forma una red neural intrínseca que regula la función gastrointestinal. En la mayor parte de los órganos, el sistema nervioso simpático y parasimpático produce funcionalmente efectos opuestos y pueden considerarse en términos simples como antagonistas fisiológicos. El sistema nervioso simpático se activa como respuesta a cambios en el entorno y produce una respuesta coordinada tipo “lucha o huida” una amenaza. El sistema nervioso parasimpático está continuamente activo y coordina la función de múltiples órganos de acuerdo con el estado fisiológico del organismo, facilitando funciones como la digestión y la excreción. Debido a su importancia en la fisiología del organismo, el sistema nervioso autónomo es diana de muchas intervenciones farmacológicas y es responsable también de los efectos adversos de muchos medicamentos y toxinas. El sistema nervioso autónomo (tanto su división simpática como la parasimpática) consta de una neurona preganglionar en el tronco del encéfalo y la médula espinal que inerva neuronas postganglionares cuyo soma se localiza en los ganglios autonómicos periféricos. La transmisión sináptica en los ganglios autonómicos está mediada por la acetilcolina, que interactúa con el receptor nicotínico que es diferente farmacológicamente de los receptores situados en el cerebro o en la unión neuromuscular. Las neuronas postganglionares inervan órganos diana repartidos por todo el cuerpo. La acetilcolina es el principal neurotransmisor que utilizan las neuronas parasimpáticas postganglionares; su receptores diana son receptores muscarínicos de la acetilcolina. Con unas pocas excepciones, las neuronas simpáticas postganglionares liberan noradrenalina que actúa sobre los receptores adrenérgicos α y β localizados en los órganos.
El sistema nervioso autónomo (SNA) es una división semiautónoma del sistema nervioso que inerva virtualmente todos los órganos del cuerpo. El control central de la función autonómica conlleva la integración de información aferente y de impulsos corticales en los centros del tronco del encéfalo y el hipotálamo.
- Estas estructuras controlan toda la actividad del SNA (tono autonómico).
- El SNA periférico (o sistema visceral) sirve para distribuir eferencias autónomas por todo el organismo y pueden también mediar en los reflejos autónomos simples independientes del control central.
- La función global del SNA es mantener la homeostasis en el organismo (p.
ej., optimizar las condiciones para la supervivencia) que se enfrenta a constantes cambios del entorno y demandas de actividad. Por ejemplo, el SNA ajusta la presión arterial y la frecuencia cardiaca para suplir las necesidades circulatorias del cuerpo que pueden variar enormemente desde el sueño en decúbito supino a un ejercicio físico vigoroso.
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¿Qué es somático y visceral?
Curso de Terapia manual visceral y dolor referido – Fisiofocus
Se les conoce también como terminaciones nociceptivas o nociceptores, e intervienen en la sensación de dolor. En el nivel visceral, detectan el dolor en las vísceras y en órganos internos, a excepción del encéfalo, que carece de ellos.
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¿Qué tipo de dolor es el más frecuente y se divide en somático y visceral?
Dolor Nociceptivo : este tipo de dolor es lo más frecuente y se divide en somático y visceral que se detallan en el próximo grupo.
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¿Cómo saber si el dolor es visceral o muscular?
El dolor es una sensación desagradable, en forma de pinchazo, hormigueo, picadura, ardor o molestia, señal de nuestro sistema nervioso de que algo no está funcionando bien. Puede ser agudo o sordo, intermitente o constante, local o generalizado. Además, es posible sentir dolor en una parte del cuerpo alejada del tejido que lo origina.
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¿Qué es el dolor nociceptivo visceral?
Curso básico sobre dolor. Tema 1. Fisiopatología, clasificación y tratamiento farmacológico | Farmacia Profesional Dada la elevada prevalencia del dolor entre la población, es importante que el farmacéutico adquiera los conocimientos necesarios para saber atender a los pacientes que acuden a su establecimiento y proporcionarles asesoramiento que les ayude a aliviar su enfermedad en función de las características La International Association for the Study of Pain (IASP) define el dolor como “una experiencia sensorial y emocional desagradable, asociada a un daño tisular real o potencial o descrita en términos de tal daño”.
- Tampoco se debe olvidar que tiene una parte de sensación, que se describe a menudo como un proceso que penetra o destruye los tejidos (lancinante, opresivo), y otra emocional (ansiedad, excitación, miedo) en la que influyen aspectos físicos, psicológicos y sociales, lo que con frecuencia complica su abordaje terapéutico.
- Sobre todo cuando es crónico, es habitual que se presenten trastornos concomitantes como depresión, alteraciones del sueño y disminución de las capacidades físicas.
- Epidemiología
El dolor es la causa más frecuente de consulta médica y el motivo más habitual de solicitud de medicamentos sin receta. Diversas encuestas realizadas en nuestro país muestran que alrededor del 30% de la población refiere haberlo padecido en las últimas 48 horas, más del 40% en la última semana y casi un 80% en los últimos seis meses.
Tanto su prevalencia como su intensidad son mayores en las mujeres y también aumentan con la edad. El más frecuente es el dolor osteoarticular (principalmente la lumbalgia), seguido de las cefaleas y, a mayor distancia, el dolor torácico y el abdominal. Con frecuencia es crónico y afecta en gran medida a la calidad de vida y a la capacidad para desarrollar las tareas diarias.
Además de los costes directos que implica su tratamiento, conlleva unos costes indirectos muy elevados en pérdidas de horas de trabajo y disminución del rendimiento.
- Tipos de dolor
- La clasificación del dolor puede hacerse en función de diversos criterios:
- Según su duración
• Dolor agudo. Es un fenómeno de corta duración que generalmente se asocia a un daño tisular y desaparece con la curación de este último. Suele estar claramente localizado y su intensidad se relaciona con el estímulo que lo produce. Se acompaña de reflejos protectores, como la retirada de la extremidad dañada o espasmos musculares y produce un estado de excitación y estrés que conlleva un incremento de la presión arterial.
• Dolor crónico. Tiene una duración de más de 3 o 6 meses, se prolonga más allá de la curación de la lesión que lo originó o se asocia a una afección crónica. Tanto la intensidad como la etiología y el patrón de evolución son muy variables. No tiene una acción protectora y está especialmente influenciado por los factores psicológicos, ambientales y afectivos.
Según su origen • El dolor nociceptivo es el causado por la activación de los receptores del dolor (nociceptores) en respuesta a un estímulo (lesión, inflamación, infección, enfermedad). Como ocurre con el dolor agudo, suele haber una relación directa entre su intensidad y la gravedad de la agresión.
- El dolor neuropático se origina por un estimulo directo del sistema nervioso central (SNC) o una lesión de los nervios periféricos.
- No se relaciona, por tanto, con la estimulación de las terminales sensitivas y suele acompañarse de disestesias y parestesias.
- Es habitual que sea desproporcionado para el estímulo que lo produce (hiperalgesia) y que aparezca sin que haya una causa identificable.
Se considera un dolor patológico, ya que no tiene ninguna utilidad como mecanismo de alerta o defensa. Aunque se debe a causas muy diferentes, presenta características comunes a la mayoría de los pacientes, como hormigueo, picazón, quemazón, opresión, punzadas o descargas eléctricas.
- • El dolor psicógeno no se debe a una estimulación nociceptiva ni a una alteración neuronal, sino que tiene una causa psíquica (depresión, hipocondría) o bien se trata de la intensificación desproporcionada de un dolor orgánico que se debe a factores psicológicos.
- Según su localización
- El dolor nociceptivo de divide en:
• Dolor somático, cuando se estimulan los receptores de la piel, el sistema musculoesquelético o vascular. Se caracteriza por estar bien localizado y aunque con frecuencia es punzante, su tipología varía de unos pacientes a otros. • Dolor visceral, que se debe a lesiones o disfunciones de los órganos internos, aunque hay vísceras que no duelen, como el hígado o el pulmón.
- Es profundo, continuo y mal localizado e irradia incluso a zonas alejadas del punto de origen.
- Suele acompañarse de síntomas vegetativos (náuseas, vómitos, sudoración).
- Por su parte, el dolor neuropático se divide en central y periférico, según en que parte del sistema nervioso se localiza la lesión o enfermedad que lo causa.
Según su curso El dolor que persiste a lo largo del día sin aliviarse se denomina continuo y sus exacerbaciones repentinas y transitorias, dolor irruptivo. Este último se puede clasificar a su vez en incidental (cuando existe un factor desencadenante como el movimiento, la ingesta o la defecación) e idiopático o espontáneo.
- Según su intensidad
- Se considera leve si no interfiere en la capacidad para realizar las actividades diarias, moderado cuando dificulta estas actividades, e intenso cuando interfiere incluso en el descanso.
- Según su sensibilidad al tratamiento
- Se emplean clasificaciones como la que se basa en su respuesta a los opioides (buena, parcial o escasa) y términos como dolor difícil (cuando no responde a la terapia analgésica).
- Fisiología del dolor
- Existen dos tipos de receptores del dolor o nociceptores: los que responden a estímulos térmicos y mecánicos y transmiten con rapidez la señal a través de fibras mielinizadas (Aδ) y los que están conectados a las fibras amielínicas (C), de conducción más lenta, que responden a la presión, temperatura y otro tipo de estímulos.
En los tejidos lesionados o inflamados, la presencia de sustancias como la bradicinina, histamina, prostaglandinas, leucotrienos o la serotonina provocan que los nociceptores aumenten su sensibilidad, de manera que estímulos de muy poca intensidad (por ejemplo un leve roce) son suficientes para generar una señal dolorosa.
A este fenómeno se le conoce como sensibilización y se produce tanto a nivel somático como visceral. De hecho, en las vísceras existe un gran número de neuronas aferentes, que en ausencia de lesión o inflamación no responden a estímulos mecánicos o térmicos (por lo que se denominan nociceptores silenciosos) y se vuelven sensibles a estos estímulos en presencia de los mediadores químicos antes citados.
Esto explica el fenómeno de que las estructuras profundas sean relativamente insensibles en condiciones normales y se conviertan en una fuente de intenso dolor cuando se encuentran inflamadas. Los nociceptores, además de desencadenar la señal, liberan mediadores, como la sustancia P, que produce vasodilatación, desgranulación de mastocitos e induce la producción y liberación de mediadores inflamatorios.
Las fibras aferentes penetran en la médula espinal a través de las raíces dorsales y terminan en las astas posteriores de la sustancia gris. Ahí contactan con neuronas medulares que llevan la señal a las regiones cerebrales encargadas de la percepción del dolor. El hecho de que con una neurona medular contacten numerosas aferentes, provoca que el cerebro pueda localizar erróneamente la fuente del dolor, dando lugar así al fenómeno del dolor referido.
Las neuronas medulares transportan la señal al tálamo contralateral, desde donde es conducida a la corteza frontal y a la somatosensitiva. Además de estos, existen otros circuitos neuronales que intervienen en la modulación del dolor y que están implicados en sus factores afectivos y emocionales.
Las estructuras de estos circuitos moduladores poseen receptores sensibles a los opioides endógenos (encefalinas, endorfinas) y exógenos. Las lesiones y los trastornos funcionales de los nervios periféricos producen dolores intensos (como la neuropatía diabética o el dolor postherpético). Ese tipo de dolores aparecen también cuando se afectan el tálamo y el haz espinotalámico y son bastante difíciles de tratar.
Estos fenómenos se deben a que las neuronas lesionadas se vuelven muy sensibles a los estímulos e incluso se activan espontáneamente, generando impulsos dolorosos. Tratamiento no farmacológico Muchos dolores pueden aliviarse, al menos en parte, mediante medidas como reposo, aplicación de frío o calor, masajes y/o técnicas como la electroestimulación o la acupuntura.
• Reposo. Resulta evidente que el movimiento de una extremidad lesionada incrementa el dolor. Sin embargo, no puede aplicarse de forma universal la máxima de que el reposo es un buen remedio para el dolor. De hecho, en algunos dolores crónicos, si la ausencia de movimiento es prolongada puede ocasionar atrofias musculares que perpetúan la sensación dolorosa, tal como ocurre por ejemplo en la lumbalgia.
• Termoterapia. Tanto la aplicación de calor como la de frío pueden ayudar a aliviar el dolor. En general se recomienda la aplicación de frío en los dolores agudos y con componente inflamatorio (traumatismos, esguinces, picaduras, edemas) y el empleo de calor en los dolores subagudos y crónicos (artropatías, contracturas).
Masajes. Los masajes aplicados por fisioterapeutas pueden ayudar a disminuir la sensación dolorosa porque favorecen tanto el drenaje como la relajación muscular y mejoran la flexibilidad, aportando beneficios psicológicos. Otros tipos de masaje pueden incluso resultar perjudiciales, ya que la falta de formación de quien los aplica puede provocar que empeoren las lesiones que ocasionan el dolor.
• Electroestimulación. La técnica más utilizada es el TENS, que ha mostrado ser eficaz en diferentes tipos de dolores al inhibir la actividad de las fibras nociceptivas. No suele conseguir una analgesia completa, pero puede resultar útil como método complementario, aunque su eficacia parece disminuir a lo largo del tiempo.
- Los dolores en los que resulta más eficaz son los musculoesqueléticos, la neuralgia postherpética y los que se producen tras una amputación.
- Ultrasonidos.
- La aplicación de ultrasonidos puede ralentizar la trasmisión del impulso nervioso, disminuir la inflamación y facilitar la regeneración tisular, además aumenta la temperatura a nivel local y con todo ello puede contribuir a elevar el umbral del dolor.
• Acupuntura. Si bien la acupuntura se mostrado eficaz para aliviar el dolor y disminuir el consumo de analgésicos, es necesario realizar más estudios que permitan determinar para que patologías puede estar indicada. Tratamiento farmacológico Aunque la solución ideal para el dolor sería eliminar la causa que lo produce, con frecuencia esto no es posible o no puede hacerse con la suficiente rapidez y se precisa un tratamiento sintomático.
- Para ello se utilizan fundamentalmente los analgésicos, aunque también pueden emplearse coadyuvantes.
- En este artículo nos centraremos en los primeros, ya que los últimos son característicos de determinados dolores que se mencionarán en el resto de los artículos de esta serie.
- En algunos dolores en concreto se emplean también otros medicamentos específicos (como los triptanes en las migrañas) que se describirán, asimismo en los artículos que corresponda.
• Paracetamol y antiinflamatorios no esteroideos. Constituyen la primera línea en el tratamiento farmacológico del dolor y son, por ello, el grupo de fármacos de mayor consumo. Se emplean tanto solos como combinados con otros analgésicos. Su mecanismo de acción se basa en la inhibición de la ciclooxigenasa (COX), suelen ser eficaces para tratar los dolores más habituales y a las dosis recomendadas y en tratamientos cortos son bastante seguros.
- Una norma básica es que estos medicamentos deben utilizarse a la menor dosis a la que sean suficientes para eliminar el dolor.
- Aumentar las dosis no implica necesariamente que se incremente la eficacia analgésica y en caso de que eso suceda, no hay una relación lineal dosisrespuesta, ya que estos fármacos presentan techo analgésico.
Por el contrario, si que aumenta el riesgo de padecer reacciones adversas que, especialmente a altas dosis y durante tiempos prolongados, pueden ser muy graves. De hecho, los AINE son la primera causa iatrogénica de ingreso hospitalario. Los AINE son de primera elección en el dolor nociceptivo, especialmente cuando existe un componente inflamatorio.
Paracetamol. Al contrario que los AINE, no presenta acción antiinflamatoria ni antiagregante plaquetaria. La dosis habitual es de 650 mg cada 6 u 8 horas. Aunque puede administrarse también al cabo de 4 horas y actualmente se está promocionando el uso de medicamentos que contienen 1g (que pueden ser necesarios en algunos tipos de dolor), debe tenerse en cuenta que siempre es preferible usar la menor dosis que resulte efectiva.
En niños se recomienda administrar 60 mg/kg/día repartidos en 4 o 6 tomas. Únicamente está contraindicado en casos de intolerancia, pero debe emplearse con especial precaución en pacientes con hepatopatías, nefropatías y afecciones cardiacas y pulmonares.
El consumo de alcohol incrementa el riesgo de hepatotoxicidad. Las hidantoinas y la sulfinpirazona también aumentan ese riesgo y pueden además disminuir la eficacia analgésica. Por su parte paracetamol puede incrementar los efectos de los anticoagulantes. Puede utilizarse durante el embarazo (categoría B de la FDA) y la lactancia a las mismas dosis que se recomiendan en adultos.
No influye significativamente en la capacidad de conducción y a las dosis recomendadas los reacciones adversas son raras (hipotensión, aumento de transaminasas) o muy raras (hepatotoxicidad, nefropatías, hipoglucemia, alteraciones de la fórmula sanguínea).
- La dosis tóxica es de 6 g y la ingestión de sólo 20 g (es el contenido de un envase pequeño de algunos de los medicamentos que no precisan receta) puede ser mortal.
- Además, el uso prolongado incrementa el riesgo de toxicidad.
- Por estos motivos, es importante advertir a los pacientes que no tomen más de 4 1 g de paracetamol al día y que consulten a su médico si precisan emplearlo durante más de 5 días.
Esta advertencia es especialmente relevante en el caso de los niños, ya que las formas líquidas pueden conducir más fácilmente a una sobredosificación (la dosis tóxica en niños es de 100 mg/kg de peso). También en los ancianos deben reducirse las dosis en al menos un 25% ya que es mayor el riesgo de toxicidad.
AINE. Los AINE son de primera elección en el dolor nociceptivo, especialmente cuando existe un componente inflamatorio. La mayoría de ellos son inhibidores no selectivos de la ciclooxigenasa COX, por lo que sus principales reacciones adversas se presentan a nivel de la mucosa gástrica (por inhibición de la COX-1 que está relacionada con la síntesis de prostanoides que protegen la mucosa), pero los denominados “coxibs” son selectivos para la COX2 (de distribución muy generalizada en el organismo y relacionada con la síntesis de los mediadores del dolor).
Además de los efectos gastroduodenales, debe tenerse en cuenta su toxicidad renal y hepática. Por otra parte, los salicilatos son una causa importante de asma alérgico (también otros AINE pueden dar reacción cruzada, aunque es menos frecuente). En los últimos años se ha incrementado la preocupación por su toxicidad cardiovascular, que ha llevado a la retirada de algunos coxibs (rofecoxib,valdecoxib) y a establecer restricciones de uso del resto de los coxibs y de aceclofenaco y diclofenaco, que parecen ser los que dan lugar a un incremento de riesgo más acusado.
- No deben asociarse a metotrexato y pueden aumentar también la toxicidad de las sales de litio y de los aminoglicósidos.
- El riesgo de hemorragia se eleva significativamente si se asocian a anticoagulantes, pero también es mayor al tomarlos junto a inhibidores de la recaptación de serotonina, además la incidencia de este y otros efectos adversos se incrementa al asociarlos a probenecid y antifúngicos azólicos, porque aumentan sus niveles plasmáticos.
También debe tenerse en cuenta que disminuyen la eficacia de betabloqueantes. Los principales criterios para la selección de uno u otro AINE son los relacionados con su seguridad, su farmacocinética y su pauta de administración. En general, los de acción más rápida son preferibles para los dolores musculoesqueléticos de tipo agudo y los de vida media larga para dolores crónicos.
- Por vía tópica diclofenaco, ibuprofeno, ketoprofeno y piroxicam son los más efectivos para el alivio de los dolores musculoesqueléticos y no parece haber diferencias significativas entre unos y otros (tabla 1).
- Opioides.
- Los receptores opioides están ampliamente distribuidos por el sistema nervioso y al interaccionar con ellos, los opioides producen analgesia, por lo que son los medicamentos más eficaces y de mayor tradición histórica en el tratamiento del dolor.
Se conocen tres tipos principales de receptores opioides: δ, κ y μ y los fármacos se clasifican en función de su capacidad para unirse a ellos en: – Agonistas puros: Son agonistas selectivos o al menos muy preferentes de los receptores μ. A este grupo pertenecen codeína, fentanilo, metadona, morfina, oxicodona, petidina o tramadol.
- Agonistas-antagonistas mixtos: Son agonistas de los κ y agonistas con poca actividad o incluso antagonistas de los μ, por lo que, si bien son analgésicos, en presencia de un agonista puro se comportan tanto más como antagonistas cuanto menor es su actividad sobre los μ.
- Los más conocidos son butorfanol, nalorfina y pentazocina.
– Agonistas parciales: Son agonistas de los μ, pero con menor actividad que los puros, por lo que en presencia de estos se comportan como antagonistas. El ejemplo típico es la buprenorfina. – Antagonistas puros: Son agonistas de los μ, pero carecen de actividad analgésica, por lo que su uso es como antídotos: naloxona, naltrexona.
Los opioides pueden ser muy eficaces en los dolores nociceptivos tanto agudos como en crónicos y también pueden resultar útiles en el tratamiento del dolor neuropático. Las principales reacciones adversas son: náuseas y vómitos (sobre todo tras la primera dosis), estreñimiento (es la RAM que más suele afectar a los pacientes que los utilizan de forma crónica, ya que a él no se desarrolla tolerancia) y la sedación y somnolencia.
La dependencia física y el riesgo de producir depresión respiratoria fueron, durante muchos años, el principal hándicap para la extensión del uso de estos fármacos, pero si su administración se realiza de forma bien pautada pueden controlarse adecuadamente.
- La tolerancia es una característica común a todos los opioides y es cruzada entre los que activan el mismo tipo de receptor.
- Obliga a ir incrementando paulatinamente las dosis y la velocidad a la que se desarrolla es diferente para cada paciente.
- Afortunadamente, debido a su mecanismo de acción y a diferencia de los AINE, los opioides no tienen techo analgésico, por lo que al incrementar las dosis puede seguir controlándose el dolor.
Los agonistas puros son altamente adictivos y los agonistas-antagonistas producen con más facilidad alucinaciones y efectos psicológicos. Por su parte, buprenorfina (agonista parcial) tiene menor capacidad adictiva y mantiene su poder analgésico sin llegar a producir euforia y con muy bajo riesgo de depresión respiratoria, pero produce más vómitos y la intoxicación no puede tratarse con naloxona.
- La administración conjunta con rifamicinas puede disminuir su eficacia analgésica.
- Opioides menores.
- Son los que tienen menor capacidad analgésica, pero también los más seguros y se emplean solos o asociados a AINE o paracetamol en el tratamiento de dolores de intensidad moderada (tabla 2).
- Opioides mayores.
Se utilizan en el tratamiento de dolores intensos como por ejemplo los oncológicos. El más conocido y utilizado como patrón es la morfina. La dosis inicial recomendada por vía oral es de 5 a 10 mg cada 4 horas. Si no resulta suficiente para controlar el dolor, se aumenta la dosis en un 50% cada día hasta conseguir la analgesia.
- Además de la vía oral, existen en la actualidad otras alternativas que facilitan la adherencia a los tratamientos, como los parches transdérmicos o que resultan de especial utilidad en el dolor irruptivo (nebulizadores nasales o comprimidos sublinguales).
- Los opioides pueden ser muy eficaces en los dolores nociceptivos tanto agudos como en crónicos y también pueden resultar útiles en el tratamiento del dolor neuropático.
- Las lesiones y los trastornos funcionales de los nervios periféricos producen dolores intensos. Ese tipo de dolores aparecen también cuando se afectan el tálamo y el haz espinotalámico y son bastante difíciles de tratar
- Diez ideas prácticas sobre el manejo del dolor desde la farmacia
1. Utilizar siempre la menor dosis que consiga aliviar el dolor.2. Recomendar el uso de frío para aliviar dolores asociados a inflamación y en las primeras horas de los ocasionados por una lesión muscular.3. Recomendar el uso de calor en dolores articulares y en general en dolores crónicos.4.
- Remitir al médico a los pacientes que precisen utilizar analgésicos sin receta durante más de 5 días seguidos.5.
- No dispensar nunca sin receta medicamentos que contengan codeína.6.
- Para disminuir el riesgo de toxicidad puede alternarse la administración un AINE con paracetamol.7.
- En personas mayores reducir en un 25% o un 50% las dosis recomendadas para adultos.8.
Para dolores musculoesqueléticos puede recomendarse el uso de preparados tópicos de diclofenaco, ibuprofeno, ketoprofeno y piroxicam, ya que disminuye claramente el riesgo de reacciones adversas.9. Permanecer atentos a la posible aparición de reacciones adversas a los analgésicos, especialmente en los casos en que se utilicen a largo plazo.10.
Advertir a los pacientes que en ningún caso deben sobrepasar las dosis máximas recomendadas porque pueden producirse graves efectos adversos.1 Incluso dosis menores de 4g/día pueden resultar tóxicas en personas que consuman alcohol y concretamente en los alcohólicos se establece una dosis máxima de 2g/día.
: Curso básico sobre dolor. Tema 1. Fisiopatología, clasificación y tratamiento farmacológico | Farmacia Profesional
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¿Qué tipo de dolor es el más frecuente y se divide en somático y visceral?
Dolor Nociceptivo : este tipo de dolor es lo más frecuente y se divide en somático y visceral que se detallan en el próximo grupo.
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