¿Se detecta el autismo en el embarazo? Teniendo en cuenta un estudio llevado a cabo por la Universidad de Cambridge, aquí se desvela que sí es posible detectar el autismo durante el embarazo. En este sentido, se estableció una estrecha relación entre el fluido amniótico y los niveles de testosterona de las embarazadas.
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¿Cómo saber si tu bebé tiene autismo en el embarazo?
Una prueba durante el embarazo puede decir si hay riesgo de autismo en el bebé Científicos de la han vinculado los altos niveles de testosterona en el fluido amniótico de las embarazadas con el autismo, Este avance puede hacer que el autismo sea identificado durante el embarazo con pruebas prenatales como la, la más usada en la identificación del (consiste en extraer una pequeña muestra del líquido amniótico que rodea al feto para examinarlo).
Estas conclusiones se basan en el seguimiento del comportamiento de 235 niños desde el nacimiento hasta los ocho años de edad, según informa el periódico británico The Guardian. Con este avance científico se ha abierto además un debate sobre que las parejas recurran a esta prueba, “Si hubiera una prueba prenatal para el autismo, ¿Esta sería deseable? ¿Qué perderíamos si los niños con autismo fuesen eliminados de la población?”, se pregunta el profesor Simon Baron-Cohen, director del equipo que llevó a cabo esta investigación.
“Deberíamos empezar a debatir esto. Hay una prueba para el síndrome de Down y es legal y los padres ejercen el derecho de elegir sobre el embarazo, pero se suele vincular al autismo con el talento. Es una condición diferente”, agregó. Los niños autistas pueden tener una enorme capacidad para las matemáticas o la música, pero también problemas de comunicación, por lo que algunos deben ser ingresados en instituciones especiales,
- Por otro lado, este avance puede dar paso al desarrollo de tratamientos.
- Algunos investigadores de compañías farmacéuticas pueden ver esto como una oportunidad para desarrollar un tratamiento prenatal,
- Hay fármacos que bloquean la testosterona”, exlicó Baron-Cohen.
- La Sociedad Nacional del Autismo ha indicado que algunos de sus miembros consideran que una prueba para detectar el desorden puede ayudar a los padres a prepararse para ayudar al niño,
: Una prueba durante el embarazo puede decir si hay riesgo de autismo en el bebé
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¿Cómo prevenir el autismo desde el embarazo?
El autismo -conocido médicamente como trastorno del espectro autista (TEA)- es una condición neurológica y de desarrollo que comienza en la niñez y dura toda la vida. Este trastorno afecta la forma en que una persona se comporta, interactúa con otros, se comunica y aprende.
Sin embargo, un reciente estudio ha encontrado lo que sería el mejor consejo para prevenir este trastorno desde el embarazo, etapa en la que se han encontrado diversos factores que pueden aumentar el riesgo de desarrollar autismo. Se trata de algo tan básico y sencillo de llevar a acabo como lo es tomar ácido fólico y complementos multivitamínicos, siempre y cuando estos últimos estén recetados por un profesional de la salud.
Según el estudio, cuyos resultados fueron publicados en la edición online de la revista especializada JAMA Psychiatry, los niños eran menos propensos a ser diagnosticados con autismo si sus madres tomaron complementos antes y durante el embarazo, Conoce más: 5 reglas de nutrición durante el embarazo “La reducción del riesgo de en la descendencia es una consideración para la política de salud pública que podría alcanzarse mediante el uso de complementos de ácido fólico y multivitamínicos durante el embarazo”, indicó Stephen Levine, líder del estudio e investigador de la Universidad de Haifa, en Israel.
Levine y su equipo encontraron que las mujeres que tomaron complementos de ácido fólico y multivitamínicos antes del embarazo tenían un 61% menos de probabilidades de que le diagnosticaran autismo a uno de sus hijos, en comparación con las madres que no tomaron estos complementos. Por su parte, las que los tomaron durante el embarazo vieron una reducción del 73% en el riesgo de un diagnóstico de autismo,
“El estudio sugiere que no se trata de una recomendación trivial. Es algo a lo que la gente de verdad debe prestar atención “, destacó Tom Frazier, director científico de Autism Speaks, un grupo que promueve la defensoría y el respaldo de las personas con autismo y sus familias.
El consumo de ácido fólico ya de por sí es ampliamente recomendado durante el embarazo para prevenir defectos congénitos en la espina dorsal y el cerebro de los bebés, dijo Frazier. Los multivitamínicos, por su lado, también se recomiendan para ayudar a cubrir cualquier laguna nutricional en la dieta de la madre.
Vía: Health Day News
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¿Qué produce el autismo en el embarazo?
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Un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Granada (UGR) ha determinado que el hecho de que la madre tenga altos niveles de estrés durante el embarazo aumenta el riesgo de que dé a luz hijos que puedan padecer autismo, obesidad y cólico del lactante, El investigador de la UGR, Rafael Arcángel Caparrós González. Universidad de Granada “El estrés es uno de los mayores tóxicos que pueden afectar a la salud y enfermedad de las personas. Concretamente, durante el embarazo, se ha asociado con diversas consecuencias negativas tanto para la mujer embarazada como para el feto que aún no ha nacido”, ha apuntado Caparrós en una nota de la UGR.
En este sentido, altos niveles de estrés durante el embarazo se asocian a un mayor riesgo para la mujer embarazada de padecer diabetes gestacional, preeclampsia o incluso trastornos psicopatológicos como la depresión posparto, Sobre el feto en desarrollo se relaciona con prematuridad y bajo peso al nacer.
Pero los efectos del estrés durante el embarazo pueden perdurar en el recién nacido durante toda su vida, llegando esos efectos incluso a la edad adulta. “Así, en este estudio lo que hemos descubierto es que el estrés durante el embarazo, además de sus efectos en la mujer embarazada y en el feto mientras dura el embarazo, sus consecuencias negativas pueden ir más allá del embarazo y afectar a que un niño o niña se desarrolle con autismo, tenga obesidad a lo largo de su vida o aparezca cólico del lactante”, ha señalado el autor principal del estudio.
¿Cómo es posible que el estrés durante el embarazo afecte al desarrollo de enfermedades en los bebés aun después de haber nacido? El investigador de la UGR ha apuntado que el estrés psicológico de la madre durante el embarazo puede atravesar la placenta y alcanzar al feto que está desarrollándose y creciendo en el útero materno.
“Este mecanismo es posible por medio de diferentes vías y todas comienzan por altos niveles de estrés durante el embarazo. El estrés psicológico materno es capaz de alterar los niveles de diferentes componentes, como la hormona del estrés cortisol, o de neurotransmisores como la dopamina, serotonina y noradrenalina, involucrados en el desarrollo y funcionamiento del cerebro”, ha indicado Caparrós.
Además, el estrés psicológico de una mujer embarazada puede influir en las bacterias que de manera normal viven en el intestino materno (microbiota) y que intervienen en la vía intestino-cerebro de la madre y el bebé, relacionada igualmente con procesos metabólicos como la obesidad, con alteraciones inflamatorias intestinales (posiblemente asociadas al cólico del lactante) y con la madurez del cerebro y la aparición de trastornos psicopatológicos en la descendencia.
“Son varios los mecanismos por los que el estrés de una mujer embarazada puede afectar a la salud y la enfermedad de sus recién nacidos a lo largo de toda la vida. En este estudio, hemos encontrando relación con varios estados de salud (autismo, obesidad y cólico del lactante), aunque la lista podría ser mayor”, ha concluido el investigador.
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¿Qué probabilidad hay de tener un hijo con autismo?
Si se tiene un hijo con autismo, ¿cuáles son las posibilidades de que un nuevo hijo sufra este trastorno? Se pensaba que las probabilidades de tener otro hijo con autismo oscilaban entre un 3% y un 10% pero ahora una investigación publicada en la revista ‘Pediatrics’ afirma que el porcentaje es aún superior.
Según los resultados de esta investigación, se refuerza aún más el papel de la genética en las probabilidades de tener un hijo autista: el 18,7% de los niños estudiados que tenían al menos un hermano mayor con autismo desarrollaron esta alteración. Los autores de la investigación seleccionaron 664 bebés con hermanos que tenían autismo.
Se les hizo un seguimiento desde antes de los seis meses hasta los tres años, momento en el que se puede determinar con claridad si han desarrollo algún trastorno del espectro autista. Así ocurrió en el 18,7% de los casos. En el caso de los varones, el porcentaje de riesgo aumentaba hasta el 26,2%.
Sólo el 9% de las niñas fueron diagnosticadas. Los expertos encontraron otro condicionante más. Si el pequeño tenía más de un hermano con autismo, la tasa de incidencia era de un 20,1%, si tenía más de uno, incrementaba al 32,2%. En definitiva, cuantos más miembros de la familia tengan el trastorno, mayor será el componente genético en esa familia.
El estudio ha sido dirigido por Rally Ozonoff, profesora de Psiquiatría en el Instituto MIND (Investigación Médica de Desórdenes del Neurodesarrollo) de la Universidad California-Davis (EEUU), que señala que hay que tener precaución a la hora de interpretar las cifras, ya que son una media y no se puede individualizar.
El problema para “predecir” con seguridad el autismo es que son muchos los genes que están implicados y no se han identificado todos. Además, también hay que conocer cómo interactúan entre sí y los factores ambientes. El autismo se relaciona con mutaciones genéticas, con la contaminación por mercurio, con la prematuridad extrema, con la edad materna, con la oxitocina artificial.
pero aún quedan muchas preguntas por responder sobre el trastorno. En cualquier caso, y ante los evidentes riesgos genéticos del autismo, los padres que den un hermanito a un hijo autista deberán estar alerta ante síntomas sospechosos de los nuevos bebés, para detectar cuanto antes si sufren el mismo trastorno.
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¿Quién de los padres transmite el gen del autismo?
Un estudio internacional llevado a cabo con 2.600 familias revela el impacto de las variantes genéticas raras heredadas en el autismo, un trastorno poligénico y de difícil diagnóstico y tratamiento. La investigación, publicada en la revista Science, identifica diversas variantes relacionadas que están causadas por deleciones, duplicaciones en tándem, inversiones, cambios estructurales complejos y diversos tipos de elementos genéticos móviles que perfilan un nuevo paisaje genético para el espectro autista.
En el trabajo participan expertos de una treintena de instituciones de todo el mundo, entre los que destacan Bru Cormand, del Instituto de Biomedicina de la UB (IBUB), el Instituto de Investigación Sant Joan de Déu (IRSJD) y el Centro de Investigación Biomédica en Red de Enfermedades Raras (CIBERER); Claudio Toma, de la Facultad de Biología de la UB; Roser Corominas, de la Universidad Pompeu Fabra, del CIBERER y del IMIM; Isabel Rueda, del Hospital Universitario Sant Joan de Déu; Amaia Hervás y Silvina Guijarro, del Hospital Universitario Mutua Terrassa, y M.ª Jesús Arranz, directora del laboratorio de investigación de la Fundación Docencia e Investigación Mutua Terrassa.
Dirigida por el experto Jonathan Sebat (Universidad de California – San Diego, Estados Unidos), la nueva investigación representa todo un paso adelante para conocer el complejo mapa genético y molecular del autismo. En ella también participa Craig Venter, un referente internacional en el desciframiento del genoma humano.
El estudio revela que las variantes estructurales identificadas contribuyen al 11 % de los casos de autismo, una cifra importante ¿Qué nos dice la genética sobre el origen del autismo? Según la Organización Mundial de la Salud, uno de cada 160 niños padece un trastorno del espectro autista (TEA), una patología multifactorial que altera las habilidades comunicativas, el comportamiento social y el lenguaje.
Los afectados necesitan una asistencia integrada con la colaboración del sector médico, el educativo, y el social. La gran diversidad clínica y etiológica asociada a las patologías del TEA —con un grado de afectación distinto en cada caso— complica la definición de criterios diagnósticos y de prácticas clínicas y asistenciales.
Sus causas son todavía bastante desconocidas. Sin embargo, los avances en genómica y biología molecular indican que tiene una base genética compleja. Un diagnóstico a tiempo es decisivo para iniciar intervenciones psicosociales desde el comienzo de la infancia y potenciar el progreso y el bienestar de las personas afectadas.
Según explica Bru Cormand, “el nuevo trabajo se desmarca de la investigación previamente realizada sobre la genética del autismo porque explora el impacto en el autismo de las variantes genéticas raras heredadas, cuando la mayoría de trabajos anteriores investigan las variantes raras de novo, es decir, mutaciones que aparecen durante la formación de los gametos pero que no están presentes en los progenitores”.
- En segundo lugar, el trabajo se centra en las alteraciones estructurales, es decir, en los cambios de segmentos largos de ADN —deleciones, duplicaciones, inserciones o inversiones—, mientras que anteriormente la investigación analizaba sobre todo cambios de un único nucleótido.
- Este tipo de variantes genéticas son especialmente relevantes por su impacto potencial sobre la regulación de la expresión génica.
Hay estudios con un número mayor de pacientes, pero el nuevo trabajo aborda una perspectiva innovadora de la genética del autismo que ha exigido un enorme esfuerzo de análisis bioinformático de datos”, añade. En busca del paisaje genético del espectro autista En el estudio participan unas 1.000 familias, lo que implica a más de 3.000 individuos entre afectados, hermanos sanos y progenitores, y a unos 2.000 más en el estudio de réplica.
Una tercera parte de las familias del estudio inicial participan por primera vez en la investigación y provienen de la muestra clínica REACH, que incluye a afectados del Hospital Universitario Mutua Terrassa, del Hospital Universitario Sant Joan de Déu y de centros clínicos de California (Estados Unidos).
Los demás participantes forman parte de la plataforma Simons Simplex Collection (SSC), un proyecto de la Iniciativa para la Investigación del Autismo de la Fundación Simons (SFARI), creada en Estados Unidos para impulsar la investigación sobre la genética asociada al autismo.
El uso de la técnica de secuenciación del genoma entero ( whole-genome sequencing, WGS) ha permitido identificar variantes estructurales que no eran detectables mediante otras técnicas —biochips CGH/SNP o secuenciación del exoma ( whole-exome sequencing, WES) — por su reducido tamaño o por su localización en regiones no codificantes.
Una de las contribuciones más significativas del trabajo es la clasificación de regiones funcionales relevantes en el genoma según su intolerancia a presentar variantes estructurales. En los pacientes, en concreto, se han estudiado regiones implicadas en la regulación de la expresión génica (inicios de transcripción, 3′-UTR y promotores del cerebro fetal) en genes que son intolerantes a las variantes estructurales (y que por tanto, cuando las tienen, es con consecuencias muy adversas).
La gran diversidad clínica y etiológica asociada a las patologías del TEA complica el diagnóstico y las prácticas clínicas y asistenciales En palabras de la investigadora Roser Corominas (UPF-CIBERER-IMIM), “uno de los principales retos de la técnica WGS es la interpretación de las variantes identificadas”.
La experta aclara que el WGS tiene la capacidad de secuenciar todo el genoma, pero que el impacto funcional de la mayoría de las alteraciones identificadas hasta ahora es todavía bastante desconocido: “Para resolver estas incertidumbres, son imprescindibles herramientas bioinformáticas sofisticadas —algunas de las cuales se utilizan en este estudio— y análisis funcionales a gran escala”.
Según los expertos, si se excluyen las variantes estructurales patogénicas conocidas —que representan el 1,9 % de los casos de TEA—, el estudio revela que las variantes estructurales identificadas contribuyen al 11 % de los casos, una cifra importante. De estas, la mitad son mutaciones de novo que afectan a genes concretos, y la otra mitad son mutaciones heredadas que alteran elementos reguladores o genes.
Si a estas cifras se suman las mutaciones puntuales raras y las variaciones frecuentes ya conocidas, estamos cada vez más cerca de perfilar el paisaje genético completo del espectro autista, aunque todavía queda bastante camino por recorrer. ¿Herencia materna o paterna? Un rompecabezas complejo El estudio revela que hay una mayor transmisión paterna de variantes estructurales en regiones reguladoras de la expresión génica que no toleran variaciones.
- Este resultado —uno de los más inesperados del estudio— va en sentido contrario a lo que se sabía sobre la transmisión de mutaciones que originan proteínas truncadas, un proceso asociado a la predominancia materna.
- La idea general de que el riesgo genético transmitido provendría predominantemente de las madres se basa en su menor vulnerabilidad al trastorno.
Según el nuevo estudio, los efectos de la herencia paterna o materna en el riesgo genético del autismo son más complejos de lo que se pensaba. En opinión de Amaia Hervás, coordinadora de los equipos clínicos del estudio del área de Barcelona, y M.ª Jesús Arranz, coordinadora de los trabajos genéticos de Mutua Terrassa, “los resultados de esta investigación ayudan a entender mejor los mecanismos genéticos que contribuyen a la aparición del autismo hereditario, y facilitarán el desarrollo futuro de herramientas de tratamiento farmacológico”.
El esfuerzo para definir con mayor precisión los componentes del paisaje genético del autismo ha dado lugar a un listado de genes que están alterados en los pacientes. Estos nuevos descubrimientos, que dan pistas sobre las grandes funciones del cerebro que están alteradas, también revelan cuáles son los elementos del genoma que podrían ser dianas para desarrollar futuras terapias.
Tal como indican los autores, “la investigación revela que muchas de las alteraciones detectadas en los pacientes tienen un impacto sobre elementos que regulan la expresión de genes. Aunque aún se está lejos de las aplicaciones terapéuticas, esto podría abrir futuras opciones para obtener mejoras clínicas en los pacientes si somos capaces de modular —es decir, aumentar o disminuir— la expresión de determinados genes”.
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¿Qué factor favorece a la prevención del autismo?
Aunque no se conoce la causa exacta del autismo, si podemos confirmar que algunos casos están relacionados con sustancias químicas encontradas en el cuerpo durante el embarazo. Por lo que es fundamental no tomar medicamentos durante esta etapa sin prescripción médica.
- También es de vital importancia evitar consumir bebidas que contengan alcohol.
- Posteriormente al parto, hay algunas medidas a tomar en cuenta para prevenir un posible caso de autismo.
- Una de ellas, es el tratamiento precoz de la fenilcetonuria, cuya enfermedad se basa por la falta de una encina hepática.
La otra medida, sería el tratamiento de la celiaquía, que puede reducir el riesgo de padecer autismo en cierta medida. A parte de llevar a cabo estas medidas, sería necesario continuar tomando vitaminas y suplementos nutricionales. En cuanto al bebe, una vez nacido tendríamos que aportarle una alimentación sin gluten, sin cítricos y bajos en azúcar, a la vez que observamos su desarrollo motor y lingüístico.
Una forma eficaz de asegurarnos que evoluciona correctamente sería ofrecerle una estimulación apropiada y ofrecerle suplementos de vitaminas en el caso de que fuera necesario. Estas son posibles pautas para evitar ciertas enfermedades y trastornos que se generan de forma ambiental o química. Sin embargo, en caso de que intervenga la genética, sería todo mucho más complejo.
Para terminar, podemos mencionar varios factores que deberíamos evitar para que nuestro hijo pueda desarrollarse correctamente. Dichos factores son los siguientes: – No se debe fumar, ni tampoco ser fumadora pasiva. – Amamantar al niño desde el primer día hasta los 6 meses de vida e introducir nuevos alimentos hasta los dos años de edad.
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¿Quién determina si un niño es autista?
Diagnóstico relacionado con el desarrollo – Una prueba breve que utiliza una herramienta de detección no provee un diagnóstico, pero puede indicar si el niño está bien encaminado en cuanto a su desarrollo o si un especialista debería examinarlo más detenidamente.
Si la herramienta de detección identifica un área de preocupación, podría ser necesario hacer una evaluación del desarrollo formal. Esta evaluación formal es un análisis más profundo del desarrollo del niño y generalmente la realiza un especialista capacitado, como un pediatra especializado en desarrollo, un sicólogo infantil, un patólogo del habla y del lenguaje, un terapeuta ocupacional u otro especialista.
Puede que el especialista observe al niño, le haga una prueba estructurada, les haga preguntas a los padres o cuidadores, o les pida que llenen cuestionarios. Los resultados de esta evaluación formal destacan las fortalezas del niño y los desafíos que enfrenta, y pueden decir si el niño cumple con los criterios para un diagnóstico relacionado con el desarrollo.
- En la actualidad, el diagnóstico de los TEA incluye varias afecciones que antes solían diagnosticarse por separado: trastorno autístico, trastorno generalizado del desarrollo no especificado de otra manera (PDD-NOS, por sus siglas en inglés) y síndrome de Asperger.
- El médico u otro proveedor de atención médica puede ayudarlo a entender y a enfrentar el proceso de diagnóstico.
Los resultados de una evaluación del desarrollo formal también pueden decir si el niño necesita servicios de intervención temprana. En algunos casos, el especialista podría recomendar consejería y pruebas genéticas para el niño.
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¿Quién es más propenso a tener autismo?
Un estudio ha analizado los aspectos clínicos y evolutivos de los trastornos del espectro autista (TEA), la variabilidad clínica en las mujeres en relación con los varones, y las posibles bases neurobiológicas y genéticas que justifican la mayor prevalencia y las diferencias de expresión.
Los TEA son más prevalentes en los varones que en las mujeres, y la proporción puede variar desde 1,4 a 1 hasta 15,7 a 1, dependiendo de las muestras analizadas. La menor diferencia se ha relacionado con quienes manifiestan además discapacidad intelectual asociada, y se acepta que en esos casos las mujeres se afectan mucho más gravemente.
Según los investigadores, es probable que exista un subregistro de mujeres con TEA, en especial en las que tienen alto rendimiento cognitivo. En general, las mujeres con autismo tienen mejor desarrollo lingüístico temprano, mejores habilidades sociales y su juego puede incluso desarrollarse en la forma pretendida.
Sus intereses pueden ser similares a los de su grupo de pares, aunque en general varían en intensidad y calidad. Se acepta que la diferencia en las habilidades sociales se hace más evidente en la adolescencia. La teoría del cerebro masculino extremo, el factor protector femenino, variantes en la plasticidad cerebral (menor umbral en los varones con mayor susceptibilidad) y factores genéticos y epigenéticos, entre otros, se evocan como posibles hipótesis que justifican esta menor prevalencia y las variantes clínicas en ellas.
Palabras clave Autismo Categorias Neuropsiquiatría
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¿Cuánto vive un niño con autismo leve?
Los niños con TEA son 160 veces más propensos a morir a causa de un ahogamiento que la población pediátrica general – Niño con autismo 22/03/2017 Actualizado a las 22:38h. Las muertes en individuos con autismo aumentaron un 700% en los últimos 16 años y fueron tres veces más probables que en la población general de ser provocadas por lesiones, según concluye un nuevo estudio llevado a cabo por investigadores de la Escuela de Salud Pública Mailman de la Universidad de Columbia en Nueva York, Estados Unidos (EE.UU.) y publicado en la revista « American Journal of Public Health ».
- Concretamente, el estudio muestra que la edad promedio de fallecimiento de los individuos con autismo fue 36 años menor que la de la población general –36 frente a 72 años–.
- Y asimismo, que hasta un 28% de los decesos en las personas con autismo se atribuyeron a lesiones, sobre todo por asfixia, seguida de sofocación y ahogamiento.
De hecho, estas tres causas representan en conjunto cerca del 80% de la mortalidad por lesiones en niños con autismo. Más del 40% ocurrió en hogares o instituciones residenciales. Como explica Guohua Li, director de la investigación, «si bien un estudio anterior ya había informado de una mayor tasa de mortalidad general en las personas con autismo, hasta ahora la mortalidad por lesiones en la población con trastornos del espectro autista (TEA) se había estudiado poco.
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¿Qué sonidos hacen los niños autistas?
Muchos niños con Trastorno del Espectro Autista utilizan una jerga durante sus juegos que sustituye al habla. Antes de darse el habla, los bebés balbucean como modo de “entrenamiento” vocal. Estos juegos vocales se irán desvaneciendo para dar paso al habla con significado, con palabras y frases con sentido, pero, ¿por qué un niño de 4 años sigue utilizándola? – Los bebés empiezan a balbucear en repetidas ocasiones, (bababa, dadada, etc.) durante sus propios juegos vocales.
Es una manera de jugar y “practicar el habla”, como un entrenamiento para lo que vendrá a ser el habla propiamente dicha, pero estos balbuceos carecen de sentido, es decir, no contienen palabras con significado. Los niños juegan a abrir y cerrar sus bocas, mover sus lenguas de un lado a otro normalmente acompañados de movimientos corporales, golpeando y sacudiendo los objetos mientras balbucean en cadencia.
Estas actividades de juego vocal son importantes para el desarrollo del lenguaje. Algunos niños con autismo suelen producir largas cadenas de sonidos sin sentido e ininteligibles. A esto se le llama “jerga”, la jerga del autismo : una jerga a veces, muy elaborada.
Podemos decir que el niño está tratando de expresar algo, ya que la jerga del autismo normalmente se produce con un patrón de entonación similar al del adulto: lo está imitando. Por desgracia, resulta muy complicado saber interpretarla ya que carece de contenido semántico. Es como un “lenguaje escondido”.
Esta jerga se produce de manera repetitiva y como un comportamiento auto-estimulatorio. En ocasiones, intercala alguna palabra o frases con sentido, pero fuera de contexto. Los niños pueden pasarse hablando en su “idioma” pero sin dirigirse al otro. ¿Por qué lo hacen? Porque están intentando expresar algo.
- Normalmente el niño está intentando decir una frase que él no puede construir, por lo que “rellenan” la oración con palabras sin sentido (los adultos hacemos lo mismo cuando cantamos una canción, pero olvidamos la letra y nos “inventamos” las palabras).
- Pero, ¿es lo mismo el balbuceo que la jerga? En los bebés, estos balbuceos suelen representar los precursores al habla.
Se puede decir que esta “jerga” propia de los más pequeños, forma parte de su evolución y desarrollo lingüístico. Cuando este balbuceo en los niños no desaparece con el tiempo para dar lugar a nuevas palabras y frases, se convierte en una jerga. Su manera de “hablar” es esa porque no tienen el nivel expresivo que implica para elaborar una frase correspondiente al contexto.
Si bien es difícil poder entender qué es lo que nos está tratando de decir, resulta conmovedor que un niño con poca o escasa intención comunicativa, se dirija a nosotros y nos intente llamar la atención con su jerga tratando de respondernos, ¿no creéis? También suele pasar que deciden en qué momento desconectarse del mundo y aparece la jerga del autismo, por ejemplo, cuando no quieren realizar determinadas tareas o no quieren atender al adulto.
Es una manera de auto-regulararse: no me interesa, entonces desconecto y me meto en mi mundo con mis conversaciones. ¿Cómo reducir la jerga del autismo? Por desgracia, no hay una receta milagrosa para ello. Tenemos que estar muy atentos a las emisiones del niño.
- Cuando empieza a mezclar palabras o frases con jerga, es un buen indicio ya que eso significa que el lenguaje está emergiendo y es ahí cuando debemos de aprovechar para reforzar ese lenguaje funcional y que sus peticiones se hagan fuertes y sólidas.
- Debemos de enseñarle a imitar frases para reducir la cantidad de jerga emitida, de manera que vaya generando un lenguaje con sentido y adecuado al contexto comunicativo.
La figura de un logopeda es importante en estos casos, el cuál os orientará y os ayudará a crear oportunidades que hagan emerger el lenguaje a través de juegos y rutinas diarias. Y como bien dice la escritora y defensora de los derechos de los discapacitados, Rosemary Crossley, “Que no puedas hablar no significa que no tengas nada que decir» M.
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¿Cuánto tarda un autista en hablar?
¿Por qué los niños con autismo tienen problemas para hablar? El lenguaje suele ser una de las áreas más afectadas en los niños con autismo. Se estima que entre un 20% y un 30% de los pequeños con el trastorno no desarrolla un lenguaje verbal, y si lo hacen es a una edad tardía.
- De hecho, la ausencia del lenguaje verbal suele ser uno de los primeros síntomas que alertan a sus padres de que algo no va bien.
- A diferencia del resto de sus coetáneos, quienes empiezan a decir sus primeras palabras alrededor de los 12 meses, los niños con autismo suelen cumplir los dos años sin pronunciar ninguna palabra, aunque esto puede variar de un niño a otro dependiendo de la severidad del trastorno.
En muchos casos también les resulta difícil comprender lo que les dicen sus padres, a pesar de que no presentan alteraciones auditivas ni fonológicas. Lo que sucede es que su incapacidad para hablar obedece a un problema mucho más complejo.
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¿Qué parte del cuerpo afecta el autismo?
La salud en personas con autismo Las personas con autismo, niños y mayores, tienen mayores problemas de salud que la población general. Esto no significa que tu hijo vaya a tener necesariamente más problemas médicos o enfermedades que cualquier otro niño.
- Sin embargo, en su conjunto y teniendo en cuanta la globalidad de todas las personas afectadas con TEA, esto es una realidad y debe ser tenido en cuenta.
- Especialmente, existe mayor riego de comorbilidad médica cuando tu hijo aparte de autismo tenga una discapacidad intelectual asociada al TEA.
- La coexistencia de un retraso cognitivo significativo (discapacidad intelectual) aumenta por ejemplo la probabilidad de padecer enfermedades como la epilepsia, o algunas enfermedades raras, de origen genético o metabólico.
El autismo es un trastorno del neurodesarrollo. Esto significa que el cerebro desde su desarrollo muy temprano no se forma con normalidad. La génesis de los trastornos del espectro autista está en la interacción de factores de riesgo genéticos con factores ambientales, la mayoría intrauterinos.
En ocasiones, la alteración de un solo gen causa el trastorno, pero la mayoría de las veces se supone que determinadas variantes de uno o varios factores genéticos y su expresión proteica, en interacción con factores ambientales, van produciendo la cascada de procesos patológicos que configura el trastorno.
Entre los factores ambientales más conocidos está la toma de algunos medicamentos durante el embarazo, pero muchos otros están en estudio. Cuando decimos que el origen de los TEA es genético, queremos decir que igual que para la mayoría de las características físicas –y mentales- de las personas, hay alteraciones en los genes que pueden codificar la síntesis de proteínas esenciales para el desarrollo y funcionamiento cerebral, y que alteraciones en esos genes pueden dar lugar al autismo.
- En algunos casos esas alteraciones genéticas están presentes en alguno de los padres y en otras ocasiones aparecen de nuevo en la persona con el trastorno.
- Es decir, que no necesariamente han sido los padres los portadores de estos genes.
- Sin embargo, y sin contradecir la idea anterior, varios estudios confirman la existencia de rasgos del espectro del autismo también en algunos padres; estos rasgos no llegan a tener la suficiente relevancia clínica para ser considerados como patológicos en la mayoría de los casos.
Los niños con autismo nacen con al menos la vulnerabilidad para el trastorno, a pesar de que en la mayoría de los casos no se manifiesta hasta más tarde. Los síntomas suelen hacerse evidentes alrededor de los 18-24 meses, pero en niños sin discapacidad intelectual los déficits socio-comunicativos puede que no sean perceptibles hasta que las demandas del entorno exceden sus capacidades de interacción y comunicación, hecho que suele manifestarse con la entrada a la etapa escolar.
Algunos de los padres que quieren tener otro hijo después de haber recibido un diagnóstico de TEA en la familia se plantean qué riesgo hay de que ese hijo futuro pueda tener también autismo. La respuesta es compleja, ya que dependiendo del origen del autismo en la persona en concreto habrá un riesgo u otro.
En el caso de que la persona con autismo tenga una alteración genética que no tienen sus padres el riesgo de recurrencia en esa familia se puede aproximar al de la población general. Sin embargo algunas de las alteraciones son heredables, lo que aumenta el riesgo de que haya más casos en la misma familia.
Tanto la literatura científica como la práctica clínica nos muestran que existen algunas enfermedades y problemas médicos que son más comunes en los TEA que en personas sin TEA. En definitiva, el autismo parece ser un trastorno sistémico, de todo el cuerpo humano, que preferentemente afecta al cerebro pero que paralelamente y de forma relacionada puede afectar a otros sistemas (digestivo, endocrino, inmunológico, etc).
Algunos de los trastornos médicos que aparecen en las personas con autismo tienen que ver con una causa común pero hay otras afecciones médicas que suelen tener las personas con autismo cuya explicación la encontramos en factores externos debido a las deficiencias en los hábitos de cuidado personal y de higiene (ej.
- Dificultades para lavarse los dientes que conllevan mayores problemas odontolólogicos) o derivados de síntomas (ej.
- Lesiones ortopédicas o traumatológicas debidas a estereotipias, comportamientos repetitivos, o marcha o postura anómalas o problemas nutricionales debidos a restricciones nutricionales con la toma de sólo algunos alimentos).
Algunas de estas enfermedades, que con mayor probabilidad pueden padecer las personas con autismo, son:
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¿Cómo es el lenguaje en niños autistas?
¿Qué efectos tienen los trastornos del espectro autista sobre la comunicación? – La palabra “autismo” viene del término griego “autos”, que significa “por sí mismo”. Los niños con un trastorno del espectro autista generalmente están ensimismados y parecen vivir en un mundo privado en el que tienen una habilidad limitada de comunicarse y de interactuar bien con los demás.
- Quizás tengan dificultades en el desarrollo del lenguaje y para entender lo que otros les dicen.
- A menudo también tienen problemas con la comunicación no verbal, como los gestos con las manos, el contacto visual y las expresiones faciales.
- En los niños con estos trastornos, la habilidad para comunicarse varía, y su uso de lenguaje depende de su desarrollo intelectual y social.
Algunos niños con estos trastornos no pueden comunicarse usando el habla o lenguaje, y algunos podrían tener habilidades muy limitadas de lenguaje. Otros tienen un vocabulario amplio y pueden hablar sobre temas específicos con mucho detalle. Muchos tienen problemas con el significado y el ritmo de las palabras y frases.
Lenguaje repetitivo o rígido. Es común ver que los niños con un trastorno del espectro autista hablan y dicen cosas sin sentido o que no se relaciona con la conversación que están teniendo. Por ejemplo, el niño cuenta del uno al cinco repetitivamente en una conversación que no se trata de números. O puede repetir continuamente las palabras que ha escuchado, lo que se conoce como ecolalia. En la ecolalia inmediata, el niño repite las palabras que alguien acaba de decir. Por ejemplo, el niño responde a una pregunta con la misma pregunta. En la ecolalia tardía, el niño repite las palabras que escuchó antes. El niño puede decir “¿Quieres tomar algo?” cuando pide algo para beber. Algunos niños con un trastorno del espectro autista hablan en un tono de voz más alto o con una voz musical o una voz mecánica como de robot. Otros usan frases hechas para iniciar una conversación. Por ejemplo, el niño dice “Me llamo Tomás”, aunque esté hablando con familiares y amigos. Otros pueden repetir lo que escuchan en los programas o anuncios de televisión. Intereses específicos y habilidades excepcionales. Algunos niños pueden iniciar un monólogo muy profundo sobre un tema que les interesa, aunque no puedan tener un diálogo sobre el mismo tema. Otros quizás tengan talento musical o una habilidad avanzada para contar y hacer cálculos matemáticos. Aproximadamente el 10 por ciento de los niños que tienen un trastorno del espectro autista presentan habilidades de “sabio” o son excepcionalmente hábiles en áreas específicas como la memorización, fechas del calendario, música o matemáticas. Desarrollo desigual del lenguaje. Muchos niños con estos trastornos desarrollan ciertas habilidades del habla y del lenguaje que no corresponden al nivel normal y su progreso generalmente es desigual. Por ejemplo, pueden desarrollar rápidamente un gran vocabulario en una determinada área de interés. Muchos niños tienen buena memoria para la información que acaban de escuchar o ver. Algunos pueden leer palabras antes de los 5 años, pero quizás no entiendan lo que leen. A menudo no contestan cuando los demás les hablan ni tampoco cuando los llaman por su propio nombre. Por esto, a veces se cree equivocadamente que los niños con el trastorno del espectro autista tienen un problema de audición. Poca habilidad para la comunicación no verbal. Es común que los niños con un trastorno del espectro autista no puedan hacer gestos (como señalar un objeto, por ejemplo) para dar significado a lo que dicen. Por lo general, evitan el contacto visual, lo que los hace parecer maleducados, desinteresados o distraídos. Sin la posibilidad de hacer gestos o usar otras habilidades no verbales para mejorar sus habilidades de lenguaje oral, muchos niños con estos trastornos se frustran al no poder expresar sus emociones, pensamientos y necesidades. Es posible que demuestren esa frustración con arrebatos verbales u otros comportamientos inapropiados.
¿Cómo erradicar el autismo?
Medicina alternativa – Debido a que los trastornos del espectro autista no tienen cura, muchos padres buscan terapias alternativas o complementarias, pero estos tratamientos cuentan con escaso respaldo o no lo tienen de una investigación que demuestre su eficacia.
Terapias creativas. Algunos padres eligen complementar la intervención médica y educativa con terapia artística o musical, la cual se enfoca en la reducción de la sensibilidad del niño al tacto o el sonido. Estas terapias pueden ofrecer algunos beneficios cuando se usan junto con otros tratamientos. Terapias sensoriales. Estas terapias se basan en la teoría no comprobada de que las personas con trastorno del espectro autista tienen un trastorno de procesamiento sensorial que causa problemas para tolerar o procesar la información sensorial, como el tacto, el equilibrio y la audición. Los terapeutas usan cepillos, juguetes para apretar, trampolines y otros materiales para estimular estos sentidos. La investigación no ha demostrado que estas terapias sean eficaces, pero es posible que puedan ofrecer algunos beneficios cuando se usan junto con otros tratamientos. Masajes. Aunque los masajes pueden ser relajantes, no hay pruebas suficientes para determinar si mejoran los síntomas del trastorno del espectro autista. Terapia con caballos o con mascotas. Las mascotas pueden proporcionar compañía y recreación, pero es necesario realizar más investigaciones para determinar si la interacción con animales mejora los síntomas del trastorno del espectro autista.
Es posible que algunas terapias alternativas y complementarias no sean perjudiciales, pero no hay pruebas de que sean útiles. Además, algunas de ellas pueden implicar un costo financiero significativo y ser difíciles de implementar. Los ejemplos de estas terapias son:
Dietas especiales. No hay pruebas de que las dietas especiales sean un tratamiento eficaz para el trastorno del espectro autista. Y para los niños en crecimiento, las dietas restrictivas pueden causar deficiencias nutricionales. Si decides optar por una dieta restrictiva, trabaja junto con un dietista matriculado para crear un plan de comidas adecuado para tu hijo. Suplementos vitamínicos y probióticos. Aunque no son perjudiciales si se usan en cantidades normales, no hay pruebas de que sean beneficiosos para los síntomas del trastorno del espectro autista. Además, los suplementos pueden ser costosos. Consulta con tu médico sobre vitaminas y otros suplementos, y sobre la dosis adecuada para tu hijo. Acupuntura. Esta terapia se ha usado con el objetivo de mejorar los síntomas del trastorno del espectro autista, pero la efectividad de la acupuntura no está respaldada por ninguna investigación.
Algunos tratamientos alternativos y complementarios no tienen pruebas de sus beneficios y pueden ser potencialmente peligrosos. Los ejemplos de tratamientos alternativos y complementarios que no se recomiendan para el trastorno del espectro autista son:
Terapia de quelación. Se dice que este tratamiento elimina el mercurio y otros metales pesados del organismo, pero no hay un vínculo conocido con el trastorno del espectro autista. La terapia de quelación para el trastorno del espectro autista no está respaldada por pruebas de investigación y puede ser muy peligrosa. En algunos casos, los niños tratados con terapia de quelación fallecieron. Tratamientos con oxígeno hiperbárico. La oxigenoterapia hiperbárica es un tratamiento que consiste en respirar oxígeno dentro de una cámara presurizada. Este tratamiento no ha demostrado ser efectivo para tratar los síntomas del trastorno del espectro autista y no cuenta con la aprobación de la Administración de Alimentos y Medicamentos (Food and Drug Administration) para este uso. Infusiones de inmunoglobulina intravenosa. No hay pruebas de que el uso de infusiones de inmunoglobulina intravenosa mejore el trastorno del espectro autista, y la Administración de Alimentos y Medicamentos (Food and Drug Administration) no ha aprobado los productos con inmunoglobulina para este uso.